#1 +1 por mencionar a Heisenberg. Cuando la peña "pierde" se pone muy llorica. Es obvio que las encuestas influyen hasta el punto que aquí están prohibidas durante la semana antes de unas elecciones, y es cuando echamos mano de la lista de la compra andorrana. ¡Sorfresa!
En el caso español yo creo que aplica mejor la paradoja de Schrödinger, según la cual el votante medio podría votar al PP, o al PSOE, o a ambos simultáneamente, y no se despeja la incertidumbre hasta que se abre la caja, y se comprueba si el vencedor es el PP, o si es el PSOE, porque lo que es seguro es que en el momento en el que se abre la caja, por la simple interacción humana con el sistema, ya no cabe la posibilidad de que el vencedor sea Ciudadanos.
(Explicación mucho más clara que con el gato de las narices, donde va a parar...)
Comentarios
Las encuestas no son una herramienta de medición, sino de actuación. Si lo preferís, se aplica el Principio de Incertidumbre.
#1 Totalmente de acuerdo. Son un instrumento para conseguir un objetivo.
#1 +1 por mencionar a Heisenberg. Cuando la peña "pierde" se pone muy llorica. Es obvio que las encuestas influyen hasta el punto que aquí están prohibidas durante la semana antes de unas elecciones, y es cuando echamos mano de la lista de la compra andorrana. ¡Sorfresa!
#3 A mi Heisenberg me gusta poco, me parece que es una cerveza demasiado flojita.
En el caso español yo creo que aplica mejor la paradoja de Schrödinger, según la cual el votante medio podría votar al PP, o al PSOE, o a ambos simultáneamente, y no se despeja la incertidumbre hasta que se abre la caja, y se comprueba si el vencedor es el PP, o si es el PSOE, porque lo que es seguro es que en el momento en el que se abre la caja, por la simple interacción humana con el sistema, ya no cabe la posibilidad de que el vencedor sea Ciudadanos.
(Explicación mucho más clara que con el gato de las narices, donde va a parar...)