Hoy hace tres años desde que Hosni Mubarak renunciara a su cargo de presidente de Egipto tras tres décadas a la cabeza del país. Las multitudinarias protestas que provocaron su caída y se sumaron a los levantamientos de la primavera árabe han dado paso a un escenario político totalmente diferente, el de una sociedad civil asfixiada desde el gobierno, desmovilizada o directamente despolitizada.
Comentarios
Pues si que debe ser grave la cosa...
Son sus costumbres...