Hace 5 años | Por blodhemn a elpais.com
Publicado hace 5 años por blodhemn a elpais.com

En una región de Bélgica ciudadanos elegidos por sorteo deliberarán durante meses para enviar recomendaciones a los políticos. La clase política tendrá la última palabra, pero ignorarlas no saldrá gratis. Si el Gobierno desprecia las medidas aconsejadas debe comparecer públicamente ante los ciudadanos para explicar por qué. Las autoridades calculan que todos los habitantes de la comunidad serán llamados a participar alguna vez durante su vida.

Comentarios

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O sea que reconocen que las democracias son de mentira.

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#1 Es obvio que bajo el capitalismo todo sistema, por muy democrático que sea formalmente, no es más que una cortina de humo que oculta quien detenta realmente el poder. Un síntoma claro de ello es que se basen en "elecciones" y el sorteo sea inexistente. En la Antigua Grecia ambas cosas eran características de los sistemas democráticos y cuanto mas democráticos eran más primaba el sorteo y menos la elección. Posiblemente, a ojos de un teórico político de la Antigua Grecia, como Aristóteles por ejemplo, si viajara en el tiempo y viera los sistemas actuales que hay en Europa, ni siquiera los denominaría democráticos al carecer por completo del mecanismo del sorteo.

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#2 Tan equivocado es elegir a un médico por consanguinidad, enchufismo o privilegio, como elegirlo por sorteo, como elegirlo por votaciones democráticas de quienes no tienen ni idea de medicina, como elegirlo porque por su posición capitalista ladrona y monopolizadora es el único médico existente al que se puede recurrir y hay que pagarle el precio que a él le dé la gana.

A un médico, como a cualquier profesión o cargo, hay que elegirlo por cualificación, capacidad y mérito, es decir, por la calidad y aptitud técnica, económica y objetivamente medible del producto resultante del desempeño de su profesión.

Luego las cuestiones de precios y de ofertas y demandas determinarán cuánta gente haya que desee ser médico o dedicarse a cada profesión concreta, de forma que ningún médico pueda volverse un ladrón capitalista monopolizador.

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#3 Ya en la República de Platón se argumentaba contra la democracia que quien debe estar a cargo de "la nave del estado" debe tener cierta capacidad y no debe ser "elegido" ni por otras personas ni por sorteo, igual que no se elige a los capitanes de los barcos sino que los son los que dominan el arte de la navegación. Y precisamente en las democracias de la Antigua Grecia las elecciones solían ser para puestos específicos donde hacía falta cierta capacidad en concreto (como, por ejemplo, liderar a un ejército en una misión) y los puestos de gobierno general como hoy serían los de ministro eran por sorteo y/o rotatorios.

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#1 En Bélgica no deben confiar mucho en la democracia ni en el pueblo ni en el Estado cuando al jefe del Estado lo determinan por simple consanguinidad y enchufismo.