No deja de haber grandeza en los partidos nuevos, que nacieron de una insatisfacción, de una disconformidad con el sistema de partidos vigente, y que andan en la cuerda floja, haciendo equilibrios entre la existencia difícil y la inexistencia de la que proceden. A esos partidos sus votantes no les perdonan ni una. Si los votaron porque expresaban esa disconformidad y esa insatisfacción, es que eran votantes sensibles a ambas afecciones: afecciones que resurgirán frente a esos partidos a poco que los decepcionen.
Comentarios
Pues sí, así es como funciona: si ganas peso prometiendo cambio, y luego te apoltronas y te dedicas a hacer propaganda ideológica, pierdes mi voto. Y el de muchos otros, hartos de tanta bazofia moral mientras los problemas de verdad son pasados por alto.