Publicado hace 8 meses por Verdaderofalso a independentespanol.com

Un empleado informático de Mar-a-Lago llegó a un acuerdo de cooperación con los fiscales federales el verano pasado como parte de la investigación sobre la retención de documentos clasificados de Donald Trump en su propiedad en Florida. Por lo general, un acuerdo de cooperación obliga a una persona a colaborar en una investigación penal a cambio de no ser procesada. En este caso, el empleado testificó ante un gran jurado federal que en julio presentó una nueva acusación contra Trump, Nauta y otro empleado de Mar-a-Lago, Carlos De Oliveira.

Comentarios

themarquesito

Se pone interesante la cosa.
En el caso de Georgia también hay alguien que va a colaborar con la fiscalía: Scott Hall, que ha aceptado una conformidad penal.