Publicado hace 7 años por serranitomarranito a blog.funcas.es

Hasta los años setenta, la tasa de empleo de las jóvenes solteras sobrepasaba notablemente a la de las casadas. Tres cuartas partes de las solteras trabajaban durante su primera juventud[1] y abandonaban, en gran medida, el empleo al casarse e iniciar la convivencia con su cónyuge, de modo que solo una de cada cinco casadas trabajaba. Por ello, en 1976, la tasa de empleo de las solteras de 20 a 34 años alcanzaba el 66,4%, mientras que entre las casadas de las mismas edades el porcentaje correspondiente era 21,0%.