Ya se ha consolidado con la sanidad y, desde que se agudizaron los recortes presupuestarios, se viene dando en los servicios sociales: las empresas privadas están aprovechando el creciente número de lagunas del Estado de Bienestar para hacer negocio. La última en sumarse a esta tendencia ha sido Telefónica, que acaba de lanzar un servicio de teleasistencia privado con SARquavitae, una de las empresas líderes en el sector.