He usado bastante TripAdvisor para restaurantes y rápidamente llegue a la consclusión que no iba a comer de manera espectacular, peri si me iban a atender con mucha simpatía, que es lo que valora la mayoría. Sigo usando TripAdvisor fuera de casa para decidir donde comer.
(si no te interesa mi vida salta directo al último párrafo)
Por poner un ejemplo, hace un tiempo fui con unos cuantos colegas un sábado a una cafetería a tomar un café. El sitio estaba bastante lleno y lo que no, reservado, pero a lo lejos vimos una mesa libre sin reserva así que allí nos sentamos todos. Después de unos 10 minutos sin que nadie viniese a atender (se puede entender por cómo estaba de lleno), se acerca un camarero y planta un cartel de reservado donde nosotros ya llevabamos un rato diciendo que se le había olvidado ponerlo y nos tenemos que ir. De nada sirvio quejarse, tuvimos que irnos...
Eso sí, desde aquel día me estoy encargando de que ningun conocido mío vaya a dicha cafetería y creo que en algunos casos he hecho cambiar de opinión a alguno. Con estas cosas hay que ser radical para que se premie el servicio al clente por encima de la calidad, sin ser excluyente.
Comentarios
Con empleados que trabajan domingos cobrando como otro día cualquiera... permítete que me ría
Sólo hay algo peor que un vendedor antipático, uno que vaya de coleguita.
He usado bastante TripAdvisor para restaurantes y rápidamente llegue a la consclusión que no iba a comer de manera espectacular, peri si me iban a atender con mucha simpatía, que es lo que valora la mayoría. Sigo usando TripAdvisor fuera de casa para decidir donde comer.
#2 Estaría bueno usarlo para comer en casa
Como pasa por ejemplo con HolaLuz.com. La atención al cliente que he recibido es inmejorable
Los empresarios japoneses se van de putas cuando hacen negocios.
(si no te interesa mi vida salta directo al último párrafo)
Por poner un ejemplo, hace un tiempo fui con unos cuantos colegas un sábado a una cafetería a tomar un café. El sitio estaba bastante lleno y lo que no, reservado, pero a lo lejos vimos una mesa libre sin reserva así que allí nos sentamos todos. Después de unos 10 minutos sin que nadie viniese a atender (se puede entender por cómo estaba de lleno), se acerca un camarero y planta un cartel de reservado donde nosotros ya llevabamos un rato diciendo que se le había olvidado ponerlo y nos tenemos que ir. De nada sirvio quejarse, tuvimos que irnos...
Eso sí, desde aquel día me estoy encargando de que ningun conocido mío vaya a dicha cafetería y creo que en algunos casos he hecho cambiar de opinión a alguno. Con estas cosas hay que ser radical para que se premie el servicio al clente por encima de la calidad, sin ser excluyente.