Hace 2 años | Por Suckelo a descifrandolaguerra.es
Publicado hace 2 años por Suckelo a descifrandolaguerra.es

Frente a la escasez inmediata de varias materias primas, del neón al níquel, del paladio al petróleo, la solución oscila entre el acaparamiento y la autosuficiencia. El fluido comercio internacional marítimo ha condicionado la percepción de una globalización líquida. Que se ha vuelto más material que nunca cuando las mercancías dejaron de circular como antes lo hacían. A largo plazo, hay otras estrecheces a la vista: las tierras raras. No son consecuencia de la guerra, pese a que sirvan para librarla.