Dos meses después de que el empresario compostelano Rafael Ferreiro adquiriese el hotel, la firma pretende impulsar un ERE que afectaría a unos 25 empleados del restaurante y la cafetería. Precisamente, el 6 de enero la compañía decidió cerrar estas instalaciones, dejando de prestar dichos servicios a los huéspedes. Desde la CIG sospechan que existe una intención oculta de externalizar estos servicios y que la nueva empresa no querría asumir a la plantilla actual, con unas condiciones laborales consolidadas tras llevar 40 años, en algunos casos
Comentarios
Que les regalen las luces de Navidad.
Pues cafetería de momento no tienen, pero en lo de la externalizacion o le bajan categoría al hotel, o blanco y en botella va a ser leche.