La guerra entre Rusia y Ucrania produjo consecuencias imprevistas y un cambio del estado de ánimo a nivel mundial. Las sanciones impuestas por Estados Unidos para detener la invasión de Ucrania avivaron la peor inflación de las últimas décadas, mientras que el índice de aprobación del presidente estadounidense Joe Biden ha caído en picado. […] ¿Cuál sería la consecuencia para Corea si el error del gobierno estadounidense provoca una inflación devastadora en Estados Unidos y en el mundo? [traducción en comentario #1]
Los errores políticos de Biden podrían afectar a Corea
Nam Jeong-ho
El autor es columnista del JoongAng Ilbo.
La guerra entre Rusia y Ucrania produjo consecuencias imprevistas y un cambio del estado de ánimo a nivel mundial. Las sanciones impuestas por Estados Unidos para detener la invasión de Ucrania avivaron la peor inflación de las últimas décadas, mientras que el índice de aprobación del presidente estadounidense Joe Biden ha caído en picado. Las relaciones entre Corea y Estados Unidos se han visto afectadas y el orden mundial se ha visto sacudido. Esto exige un estudio más detallado.
Estados Unidos ha respaldado plenamente al gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, contando con el debilitamiento de Rusia y del régimen de Vladimir Putin a partir de la guerra, en la que Ucrania se ha defendido mucho mejor de lo esperado. Washington se mostró primero pasivo en el suministro de armas por temor a la expansión del conflicto, pero acabó ayudando a Ucrania con helicópteros y vehículos blindados tras comprobar la brutalidad de las fuerzas rusas. Se calcula que Estados Unidos ha proporcionado 5.600 millones de dólares en armas y otros recursos a Ucrania. También suministró 914 millones de dólares de ayuda humanitaria en forma de agua, suministros médicos y otras necesidades diarias.
Después de que Ucrania resistiera la implacable ofensiva rusa durante más de dos meses, Biden subió la apuesta en mayo. Ordenó la prohibición de importar petróleo crudo y gas natural ruso. Se esperaba que la medida asestara un golpe crítico a Rusia, ya que los rusos dependen en gran medida de los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo y gas.
Las materias primas relacionadas con la energía representaron el 42,8% de las exportaciones totales de Rusia el año pasado. El senador republicano John McCain, que perdió ante Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, calificó a Rusia de "gasolinera disfrazada de país".
Se esperaba que las sanciones sobre el petróleo y el gas natural redujeran los ingresos fiscales de Rusia y la financiación de la guerra de Putin. El gobierno de Biden también apostó por el sentimiento antibélico en Rusia por un aumento de las bajas.
Estados Unidos también puede haber calculado los beneficios para las empresas energéticas estadounidenses. Con los descubrimientos y la explotación de gas de esquisto, Estados Unidos ha pasado de ser importador a exportador de energía. La prohibición del petróleo y el gas natural rusos supondría ingresos y beneficios para los productores de energía estadounidenses.
Washington estaba seguro de que Estados Unidos sería capaz de humillar al régimen de Putin y consiguió que los Estados miembros de la OTAN, Australia, Nueva Zelanda, Corea y Japón se sumaran a las sanciones.
Pero el resultado falló por un amplio margen. Aunque Rusia perdió Europa y otras regiones para las exportaciones, sus ingresos por envíos de petróleo aumentaron. El crudo se ha encarecido debido a la prohibición del suministro energético desde Rusia. Para contrarrestar las sanciones, Rusia empezó a vender su producción a bajo precio en un momento en que los precios internacionales del crudo se dispararon. Vendía el crudo más de 30 dólares más barato que el Brent, el West Texas Intermediate y el Dubai Crude. Los países no alineados con Estados Unidos se apresuraron a hacerse con el petróleo ruso barato, reforzando los ingresos energéticos de Rusia.
Brasil, India, China y Sudáfrica -los otros BRICS- fueron los principales clientes del combustible ruso. India ha sido el comprador más ávido. El país adquiere estos días 740.000 barriles diarios, lo que supone casi 20 veces la media diaria del año pasado, de 38.000 barriles. Se sospecha que Nueva Delhi almacena petróleo ruso barato para revenderlo a precios más altos. Brasil también ha desafiado el llamado de Estados Unidos. El presidente Jair Bolsonaro siguió adelante con una visita a Rusia para reunirse con Putin en febrero a pesar de la oposición de Washington. China y Sudáfrica también son importantes clientes del petróleo ruso.
Durante una audiencia en el Senado el 9 de junio, el enviado de seguridad energética de Estados Unidos, Amos Hochstein, reconoció que Rusia podría estar obteniendo más ingresos de los combustibles fósiles que antes de su invasión de Ucrania.
Malas lecciones
¿A qué se deben los errores de apreciación de la administración Biden? Muchos los achacan a las malas lecciones del pasado. El equipo de política exterior de Biden - el secretario de Estado Tony Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan - diseñó sanciones contra Irán durante el gobierno de Barack Obama que resultaron eficaces. Basándose en su experiencia, estaban seguros del efecto de las sanciones económicas sobre Rusia. En 2015, Washington había logrado derrotar a Irán con largas sanciones para forzar un acuerdo de suspensión de su programa nuclear.
Pero las sanciones a Rusia eran diferentes. No iban acompañadas de un boicot secundario que también castiga a las empresas que compran energía a un país sancionado. Como resultado, cualquiera podía comprar petróleo y gas ruso debido a la falta de fuerza vinculante.
Debido a las sanciones retóricas, los países que no se adhirieron no se vieron perjudicados. De hecho, se beneficiaron de los suministros baratos y abundantes de Rusia, mientras que los países que se adhirieron a las sanciones de Estados Unidos están lidiando con una inflación de varios años a causa del combustible caro.
En Estados Unidos, la gasolina se disparó por encima de los 5 dólares el galón. Antes de la guerra costaba 1 dólar. El índice de precios al consumo se disparó un 8,6% en mayo con respecto al año anterior, la mayor subida en 41 años. La monstruosa inflación ha afectado al índice de aprobación de Biden. Cayó al 40,2% en su quincuagésimo día en el cargo, por debajo del 41,5% del presidente Donald Trump. A este ritmo, el Partido Demócrata se encamina a una gran derrota en las elecciones de medio término en noviembre y no puede soñar con ganar un segundo mandato presidencial dentro de dos años.
Alivio de las sanciones a China
El gobierno de Biden ha puesto toda la carne en el asador para luchar contra la inflación. Incluso está considerando la posibilidad de suavizar los elevados aranceles a las importaciones chinas, impuestos por la administración Trump. Los elevados aranceles a las importaciones chinas han sido criticados por avivar la inflación, mientras que apenas hacen daño al régimen de Xi Jinping.
Biden tiene previsto visitar Arabia Saudí el mes que viene para pedir un aumento de la producción de crudo. Se reunirá con el príncipe heredero Mohammed bin Salman, cuyo país había prometido convertir en un "paria" por el asesinato en 2018 de Jamal Khashoggi, un disidente saudí.
En su país, arremetió contra las grandes empresas energéticas como Exxon, culpándolas de hacer poco para domar los precios cuando ganaban "más dinero que Dios."
Es probable que los últimos esfuerzos de Biden no ayuden mucho a contener la inflación. Las sanciones han avivado los precios del combustible, pero no han perjudicado a Putin. Los fondos de guerra de Putin son lo suficientemente grandes como para continuar la guerra. Por otro lado, Biden puede verse presionado para tirar la toalla. En ese caso, la guerra de Ucrania terminará probablemente a favor de Rusia.
El impacto en la alianza
¿Cuál sería la consecuencia para Corea si el error del gobierno estadounidense provoca una inflación devastadora en Estados Unidos y en el mundo? Biden intentaría varias políticas para recuperar la popularidad de cara a las elecciones de mitad de mandato y podría buscar la ayuda de Corea. Es posible que se pida a grandes empresas coreanas como Samsung Electronics y Hyundai Motor que realicen más inversiones en Estados Unidos. Mientras baja los aranceles a las importaciones chinas, Washington podría verse tentado a crear otros problemas con Pekín para desviar la atención.
La benevolencia se produce en los buenos tiempos. Los Estados Unidos, que se enfrentan a una elevada inflación, podrían plantear fuertes exigencias a Corea y a otros aliados.
La benevolencia se produce en los buenos tiempos. Los Estados Unidos, que se enfrentan a una elevada inflación, podrían plantear fuertes exigencias a Corea y a otros aliados.
Las empresas, que son las que están en la primera línea de la inflación ya dicen que los proveedores no les están subiendo más los precios especialmente en lo que es comida.
Comentarios
Traducción por DeepL
Domingo 3 de julio de 2022
Los errores políticos de Biden podrían afectar a Corea
Nam Jeong-ho
El autor es columnista del JoongAng Ilbo.
La guerra entre Rusia y Ucrania produjo consecuencias imprevistas y un cambio del estado de ánimo a nivel mundial. Las sanciones impuestas por Estados Unidos para detener la invasión de Ucrania avivaron la peor inflación de las últimas décadas, mientras que el índice de aprobación del presidente estadounidense Joe Biden ha caído en picado. Las relaciones entre Corea y Estados Unidos se han visto afectadas y el orden mundial se ha visto sacudido. Esto exige un estudio más detallado.
Estados Unidos ha respaldado plenamente al gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, contando con el debilitamiento de Rusia y del régimen de Vladimir Putin a partir de la guerra, en la que Ucrania se ha defendido mucho mejor de lo esperado. Washington se mostró primero pasivo en el suministro de armas por temor a la expansión del conflicto, pero acabó ayudando a Ucrania con helicópteros y vehículos blindados tras comprobar la brutalidad de las fuerzas rusas. Se calcula que Estados Unidos ha proporcionado 5.600 millones de dólares en armas y otros recursos a Ucrania. También suministró 914 millones de dólares de ayuda humanitaria en forma de agua, suministros médicos y otras necesidades diarias.
Después de que Ucrania resistiera la implacable ofensiva rusa durante más de dos meses, Biden subió la apuesta en mayo. Ordenó la prohibición de importar petróleo crudo y gas natural ruso. Se esperaba que la medida asestara un golpe crítico a Rusia, ya que los rusos dependen en gran medida de los ingresos procedentes de las exportaciones de petróleo y gas.
Las materias primas relacionadas con la energía representaron el 42,8% de las exportaciones totales de Rusia el año pasado. El senador republicano John McCain, que perdió ante Barack Obama en las elecciones presidenciales de 2008, calificó a Rusia de "gasolinera disfrazada de país".
Se esperaba que las sanciones sobre el petróleo y el gas natural redujeran los ingresos fiscales de Rusia y la financiación de la guerra de Putin. El gobierno de Biden también apostó por el sentimiento antibélico en Rusia por un aumento de las bajas.
Estados Unidos también puede haber calculado los beneficios para las empresas energéticas estadounidenses. Con los descubrimientos y la explotación de gas de esquisto, Estados Unidos ha pasado de ser importador a exportador de energía. La prohibición del petróleo y el gas natural rusos supondría ingresos y beneficios para los productores de energía estadounidenses.
Washington estaba seguro de que Estados Unidos sería capaz de humillar al régimen de Putin y consiguió que los Estados miembros de la OTAN, Australia, Nueva Zelanda, Corea y Japón se sumaran a las sanciones.
Pero el resultado falló por un amplio margen. Aunque Rusia perdió Europa y otras regiones para las exportaciones, sus ingresos por envíos de petróleo aumentaron. El crudo se ha encarecido debido a la prohibición del suministro energético desde Rusia. Para contrarrestar las sanciones, Rusia empezó a vender su producción a bajo precio en un momento en que los precios internacionales del crudo se dispararon. Vendía el crudo más de 30 dólares más barato que el Brent, el West Texas Intermediate y el Dubai Crude. Los países no alineados con Estados Unidos se apresuraron a hacerse con el petróleo ruso barato, reforzando los ingresos energéticos de Rusia.
Brasil, India, China y Sudáfrica -los otros BRICS- fueron los principales clientes del combustible ruso. India ha sido el comprador más ávido. El país adquiere estos días 740.000 barriles diarios, lo que supone casi 20 veces la media diaria del año pasado, de 38.000 barriles. Se sospecha que Nueva Delhi almacena petróleo ruso barato para revenderlo a precios más altos. Brasil también ha desafiado el llamado de Estados Unidos. El presidente Jair Bolsonaro siguió adelante con una visita a Rusia para reunirse con Putin en febrero a pesar de la oposición de Washington. China y Sudáfrica también son importantes clientes del petróleo ruso.
Durante una audiencia en el Senado el 9 de junio, el enviado de seguridad energética de Estados Unidos, Amos Hochstein, reconoció que Rusia podría estar obteniendo más ingresos de los combustibles fósiles que antes de su invasión de Ucrania.
Malas lecciones
¿A qué se deben los errores de apreciación de la administración Biden? Muchos los achacan a las malas lecciones del pasado. El equipo de política exterior de Biden - el secretario de Estado Tony Blinken y el asesor de seguridad nacional Jake Sullivan - diseñó sanciones contra Irán durante el gobierno de Barack Obama que resultaron eficaces. Basándose en su experiencia, estaban seguros del efecto de las sanciones económicas sobre Rusia. En 2015, Washington había logrado derrotar a Irán con largas sanciones para forzar un acuerdo de suspensión de su programa nuclear.
Pero las sanciones a Rusia eran diferentes. No iban acompañadas de un boicot secundario que también castiga a las empresas que compran energía a un país sancionado. Como resultado, cualquiera podía comprar petróleo y gas ruso debido a la falta de fuerza vinculante.
Debido a las sanciones retóricas, los países que no se adhirieron no se vieron perjudicados. De hecho, se beneficiaron de los suministros baratos y abundantes de Rusia, mientras que los países que se adhirieron a las sanciones de Estados Unidos están lidiando con una inflación de varios años a causa del combustible caro.
En Estados Unidos, la gasolina se disparó por encima de los 5 dólares el galón. Antes de la guerra costaba 1 dólar. El índice de precios al consumo se disparó un 8,6% en mayo con respecto al año anterior, la mayor subida en 41 años. La monstruosa inflación ha afectado al índice de aprobación de Biden. Cayó al 40,2% en su quincuagésimo día en el cargo, por debajo del 41,5% del presidente Donald Trump. A este ritmo, el Partido Demócrata se encamina a una gran derrota en las elecciones de medio término en noviembre y no puede soñar con ganar un segundo mandato presidencial dentro de dos años.
Alivio de las sanciones a China
El gobierno de Biden ha puesto toda la carne en el asador para luchar contra la inflación. Incluso está considerando la posibilidad de suavizar los elevados aranceles a las importaciones chinas, impuestos por la administración Trump. Los elevados aranceles a las importaciones chinas han sido criticados por avivar la inflación, mientras que apenas hacen daño al régimen de Xi Jinping.
Biden tiene previsto visitar Arabia Saudí el mes que viene para pedir un aumento de la producción de crudo. Se reunirá con el príncipe heredero Mohammed bin Salman, cuyo país había prometido convertir en un "paria" por el asesinato en 2018 de Jamal Khashoggi, un disidente saudí.
En su país, arremetió contra las grandes empresas energéticas como Exxon, culpándolas de hacer poco para domar los precios cuando ganaban "más dinero que Dios."
Es probable que los últimos esfuerzos de Biden no ayuden mucho a contener la inflación. Las sanciones han avivado los precios del combustible, pero no han perjudicado a Putin. Los fondos de guerra de Putin son lo suficientemente grandes como para continuar la guerra. Por otro lado, Biden puede verse presionado para tirar la toalla. En ese caso, la guerra de Ucrania terminará probablemente a favor de Rusia.
El impacto en la alianza
¿Cuál sería la consecuencia para Corea si el error del gobierno estadounidense provoca una inflación devastadora en Estados Unidos y en el mundo? Biden intentaría varias políticas para recuperar la popularidad de cara a las elecciones de mitad de mandato y podría buscar la ayuda de Corea. Es posible que se pida a grandes empresas coreanas como Samsung Electronics y Hyundai Motor que realicen más inversiones en Estados Unidos. Mientras baja los aranceles a las importaciones chinas, Washington podría verse tentado a crear otros problemas con Pekín para desviar la atención.
La benevolencia se produce en los buenos tiempos. Los Estados Unidos, que se enfrentan a una elevada inflación, podrían plantear fuertes exigencias a Corea y a otros aliados.
#1 El resumen perfecto es la última frase.
La benevolencia se produce en los buenos tiempos. Los Estados Unidos, que se enfrentan a una elevada inflación, podrían plantear fuertes exigencias a Corea y a otros aliados.
La inflación que tenía que haber ya la ha habido.
Las empresas, que son las que están en la primera línea de la inflación ya dicen que los proveedores no les están subiendo más los precios especialmente en lo que es comida.
Pues tiene huevos que sea precisamente Corea del Sur la que se queje, por eso, creo que no me lo creo.