"Dile que siga conduciendo. Y si mueren, que los descargue en un bosque en Alemania". Este es el escalofriante mensaje que el supuesto jefe de un grupo de traficantes de personas le transmitió a un conductor que transportaba a 71 migrantes apiñados en la parte de atrás de un pequeño camión a través de Europa. El conductor, de nacionalidad búlgara, acababa de llamar a un cómplice para explicarle que los migrantes estaban montando alboroto en la parte trasera.
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La solución es adoptar políticas al estilo japonés, donde se les deporta a todos sin casi derecho alguno a asilo, solamente invirtiendo fuerte en ayuda en origen y zonas seguras de sus países, que las hay. No deben tener la oportunidad de acceder a ayudas en Europa entrando ilegalmente, y se les debe deportar de inmediato.