Hace 5 años | Por --561010-- a elespanol.com
Publicado hace 5 años por --561010-- a elespanol.com

Cuando España era Iberia, ya se excavaba en busca de agua para compensar un clima árido e inclemente para la agricultura. Cisternas, aljibes y pozos de época romana, árabe y medieval jalonan nuestra arqueología, pero la modernización de las técnicas agrícolas ha impulsado una fiebre por explotar los acuíferos que ha hecho proliferar la perforación de pozos ilegales. El impacto hidrológico y para el ecosistema que supone eran hasta ahora las principales preocupaciones; el drama de Julen, el niño de Totalán, incorpora un nuevo motivo de alarma.

Comentarios

ER.C

Esto es como todo lo que pasa en el mundo, hasta que no pasa una desgracia no se controla algo, como por ejemplo cuando pasó el incidencio del edificio en Badalona, todos a mirar los edificios que tenian a alguien con la luz pinchada.
Ahora pasa lo del pozo, vamos a mirar todos los pozos.

Lo único que digo es que si hubiera un control más organizado de todo, muchas desgracias se evitarían.

Z

#1 Llevas razón. Aún así, que se ponga esto como excusa para los problemas que generan los pozos... Es una tragedia, pero para nada es habitual.

Derko_89

#1 Pues será que no llevamos años con noticias sobre cómo los pozos ilegales están destruyendo los humedales de Doñana o las Tablas de Daimiel, con la ruina ecológica que eso supone.

Una muestra más de la nefasta gestión del agua que tenemos en este país, de la que sólo nos acordamos en periodos de sequía, y de la que nos olvidamos cuando vuelve a llover. Hasta que un día, las lluvias no lleguen a tiempo.