No deja de resultar un obsceno sarcasmo, escuchar a algún político de nuevo cuño que confiesa o ha confesado -con un tono de orgullo digno de mejor causa- abrazar la ideología comunista, que llegaba al Parlamento con el objetivo de regenerar la Democracia. ¡Un contradiós, viniendo de quien viene! Y no contento con decirlo una sola vez, lo repite con el énfasis que exige el argumentario electoral, pareciendo ignorar una triste historia que, al menos en Europa, finalizó oficialmente el 10 de noviembre de 1989 con la caída del Muro de Berlín. - Se
Comentarios
Esta mejor que nunca. Cada dia estafas mas elaboradas y mas impunidad.
#1 Eso no es culpa del capitalismo, es culpa de los chorizos y ladrones
#1 Enfermo de la privada y los sobres.
#1 El capitalismo es la enfermedad en si mismo: usura, acumulación, desigualdad, el trabajo pierde todo su valor, normas sociales cada vez más parecidas a una dictadura absolutista, control... como dijo creo que fue Keynes: "el capitalismo es la creencia de que las peores personas de una sociedad, guiados por el peor de los impulsos (el egoísmo), de algún modo actuarán en beneficio de la mayoría".
Sí y de manera crónica, especialmente desde que se aprobó la ley Bretton Woods con la derogación del patrón oro
#3 Bretton Woods fueron unos acuerdos realizados al final de la IIGM, no una ley. En ellos se estableze el patron oro ligado al dólar. El fin del patrón oro marco precisamente el fin de esos acuerdos, allá por la década de los 70, unos 30 años despues de su firma. Oir campanas y no saber donde, la definición.
#7 Disculpa , gravísimo e imperdonable fallo mío, en vez poner acuerdos he puesto ley y no mencione que me referia a su fin que Nixon comunicó
Las campanas que oigo dicen que gracias a ello se permitió liberar el tipo de cambio entre divisas, y dio margen de maniobra a bancos centrales para imprimir dinero a conveniencia
Bueno, me voy a seguir oyendo campanadas
Por el bien del planeta, espero que esté en fase terminal
¿Puede enfermar una enfermedad?
#6 no, pero puede mutar y hacerse aún peor