Hace 3 años | Por Azpilicueta a infosalus.com
Publicado hace 3 años por Azpilicueta a infosalus.com

Hace un año nos quedamos totalmente descolocados. Nunca hubiéramos imaginado que nuestra vida iba a cambiar tan de golpe, que íbamos a estar confinados semanas sin salir de casa, que la mascarilla iba a ser obligatoria, que no íbamos a poder ver a nuestros seres queridos en meses, pero sobre todo, nunca hubiéramos pensado que un virus respiratorio iba a ser el responsable de millones de muertes a nuestro alrededor.

Comentarios

D

Errónea.

No veo en el listado el teletrabajo.

roll

F

Pues no estoy muy de acuerdo con el artículo. Sobre todo con el punto 2. El sistema sanitario ha estado siempre en la agenda política ora por la gestión privada, ora por los recortes.
Fue una vergüenza que a los sanitarios los mandásemos desprotegidos.

Lo que ha quedado patente es que en España no gastamos un duro en i+d+i. Que al gobierno se le tendría que caer la cara de vergüenza (no sólo al de Sánchez, sino también a los gobiernos anteriores). A gente como Luis Enjuanes, Mariano Esteban o Vicente Larraga se les tendría que haber puesto un cheque en blanco para su investigación. Por desgracia no se hizo.

El tejido productivo se ha llevado una ostia increíble. Y lo que hace falta en este país son más empresas y trabajadores en el sector privado, que es el verdaderamente productivo. Las ayudas han sido ridículas.

La administración pública es una chapuza, es inoperante. Habría que reformarla enterita.

La policía... Insuficiente ¿Porque cojones fue necesario sacar al ejercito a patrullar en apoyo a la policía?

Las leyes que tenemos son una basura. Digna de la basura que las hace. Motivo por el cual muchas de las multas han sido quitadas por la vía administrativa.

La clase política está más preocupada de sus sillones que de solucionar problemas. El espectáculo ha sido lamentable.

Yo me quedaría con la gente. Sí, con aquel don nadie que aplaudía y se quedó en su casa pese a la incertidumbre. Con las iniciativas individuales o colectivas para subir la moral a la gente. Con el cajero que estaba al pie del cañón. Con el policía bailando y haciendo el moñas para entretener a la población. Con el sanitario que se ha dejado los huevos y su compañero jubilado que volvió al trabajo para ayudar. Con el niño que estuvo encerrado. Con el maestro que lo dejaron vendido y su alumnado que hicieron todo los posible para sacar algo de provecho. Con los ancianos que tras vivir todo lo que han vivido (guerra, postguerra, hambre, dictadura) han afrontado otra vicisitud más.
Me quedo con esa persona anónima, que durante la pandemia la dejaron tirada y apretando los dientes y continuó con la única ayuda de su voluntad que le decía "¡Adelante!". Con ese es con el que me quedo.