En julio 1925 Hitler publicaba en Berlín su libro Mein Kampf, en el que exponía las teorías que años más tarde servirían para asesinar a millones de personas y destruir las ciudades más hermosas del continente. En una de sus páginas, el genocida alemán decía lo siguiente: “La finalidad suprema de la razón de ser de los hombres no reside en el mantenimiento de un Estado o de un gobierno: Su misión es conservar su Raza. Y si esta misma se hallase en peligro de ser oprimida o hasta eliminada, la cuestión de la legalidad pasaría un plano secundario
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