La despenalización de la eutanasia vuelve a centrar el debate mediático después de que se hayan conocido casos como el caso de Ángel Hernández y de María José Carrasco, cuando el vecino Portugal se convirtió en el foco de atención al debatir en su Parlamento si finalmente daba el paso para convertirse en el cuarto país de Europa en despenalizar la muerte asistida. El sistema de Salud en España, facilita un documento denominado “de Voluntades Anticipadas”. Para que los profesionales sanitarios conozcan cuáles son sus deseos, se debe registrar el
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En la Comunidad de Madrid (PP desde hace más de 20 años), existe el Documento de Instrucciones Previas, que es como se denomina al comúnmente conocido como Testamento Vital. Aquella persona interesada, como yo mismo, pronto se dará cuenta que lo han implementado a regañadientes (aunque sea anecdótico, los documentos que te entregan para cumplimentar, son fotocopias del BOCM donde se publicó, en 2006, el Decreto que instituía el mencionado Documento: no han sido capaces de diseñar unos impresos oficiales, algo que puede llevar media mañana a cualquier administrativo).
Solo puede tramitarse en contados Centros de Salud, donde además los administrativos no suelen tener ni idea de lo que le hablas, y la cita no suele ser antes de un mes: a mi me llevó 3 meses, porque cuando me llegaba el día de la cita me la anulaban y me volvían a citar para un mes después. Solo porque me encabezoné y persistí pude completar el proceso, cualquiera abandona a las primeras de cambio.
Además, una vez superada la carrera de obstáculos, eres consciente que pese a lo manifestado y haber nombrado una persona para que indique al médico tu voluntad, será este el que al final decidirá si toma en cuenta tus deseos o, escudándose en razones médicas, se las pasa por el forro. Si das con un médico ultra católico cabrón, prepárate a sufrir una lenta agonía.