Hace 5 años | Por Salvstopords a elpais.com
Publicado hace 5 años por Salvstopords a elpais.com

M. A., un niño de seis años con trastorno del espectro del autismo, fue expulsado el viernes de un campamento municipal en Torrejón de Ardoz (Madrid), después de tres días participando en este programa de verano, que atiende a menores de lunes a viernes en horario de 9.00 a 14.00 horas. "Cuando fuimos a inscribirlo comentamos que M. tenía TEA (Trastorno Espectro del Autismo) y nos dijeron que se podían encargar de él, que tenían monitores suficientes", cuenta su padre, Antonio Aguilar.

Comentarios

e

#4 Se nota que no has trabajado en una empresa que no te proporciona los medios necesarios para organizar y poder hacer tu trabajo dignamente.

D

#6 Ya vino el típico no-listo a darme su opinión de mierda sin conocerme. Es por esa misma razón por lo que digo lo que digo, las personas son ya números y no personas mientras a estas empresas no les caiga un buen puro por denuncia de los trabajadores.

Edito, cómete tu negativo también, que ni para eso sirves.

e

#7 La gente que no podéis entender lo que leéis, pero de alguna manera conseguís escribir sois alucinantes. Enhorabuena, eres un campeón.

D

#8 Ya ves, en cambio los que emitís juicios de valor a gente que no conocéis, sois unos perdedores. Te felicitaría pero sería tan hipócrita como tú así que mejor piérdete o vete a valorar a otro, que los ignorantes os gusta mucho lo de hablar sin saber. Menudo nivel.

Thelion

Como familiar de un niño con TEA, hay muchísimos grados diferentes de autismo y las cosas que incomodan a un niño a otro pueden no provocarle ninguna reacción (lo digo por la queja de que a su hijo le expulsaron y a otros no). Hay niños pueden llegar a ponerse violentos si no haces lo que quieren (y no pueden comunicar) y si les sujetas pueden hacerse daño, hay que ser terapeuta para poder tratarlos, no monitor, porque se trata de tranquilizarles y proporcionarles un entorno controlado.
En el caso de mi familiar, necesita varios días para poder adaptarse a un entorno y todo ha de ser rutinario luego, a un campamento no podría ir de ninguna forma y sus padres lo asumen con toda naturalidad. Parece que en este caso el problema es de las instituciones por querer minimizar problemas que si existen y que deberían tratarse de otra forma, no sé cómo se informaron de la condición médica del niño antes de decirle con tanta seguridad que le podían admitir asegurando a sus padres de que eran capaces de lidiar con eso.
La gente piensa que el autismo es un simple retraso, y no, es algo mucho más complejo.

D

Según comentaban no se relacionaba con los otros niños. Y pa eso que se quede en casa.

Magog

Tiene toda la pinta de un "Sin problema, tu apuntale y paga, que ya veremos luego"

D

#1 Lo es. Si no tienen personal adecuado y preparado, se deriva a otro lugar donde sí haya gente humanamente gigante para cuidarlos y hacer disfrutar de una bonita experiencia al niño.
Estos mierdas quisieron solo cobrar y les ha salido fatal todo el negocio.

e

#2 Me parece un error culpar a los cuidadores. No basta la gente humanamente gigante . Son necesarios recursos. Pueden haber sido los mejores cuidadores del mundo. Sin recursos no pueden hacer nada. Mal por la organización.

D

#3 Es responsabilidad de los cuidadores organizar y solicitar medios para evitar estas situaciones:

Opción 1) si no se hizo: MAL por ellos por no organizar
Opción 2) si se hizo y la dirección no lo aportó: MAL POR AMBAS PARTES, porque ellos sabían que no podrían atenderlo como se merece y aún así se quedaron irresponsablemente.

Estamos hablando de cuidar a personas que necesitan una atención especial y conocimientos, no de quitar responsabilidades a "profesionales", si es que lo son, que deben saber que estos niños necesitan más que los demás.

strike5000

#1 #2 No estoy muy seguro de eso. Más bien parece que al principio sí podían hacerse cargo de él, pero luego aumentó el aforo y esto, aparte de quitar atención especial al niño por falta de personal sobrevenida, ocasionó que éste se alterase más y necesitase aún más atención, atención que no se le podía prestar por el aumento de aforo. Vamos, un círculo vicioso.

"Fuentes del Consistorio apuntan que el problema surgió cuando se amplió el aforo de niños y el menor no pudo adaptarse al exceso de ruido."