Ocurrió el pasado lunes en Beasain, una pequeña localidad guipuzcoana de apenas 14.000 habitantes. Un agente de la Policía local que se encontraba fuera de servicio disfrutaba de las fiestas patronales. Lo hacía en la zona de 'txosnas' o casetas cuando fue identificado por algunos de los presentes. Desde una megafonía instalada en el espacio festivo se le conminó a abandonar la zona por el mero hecho de pertenecer a la Policía vasca. Después de este señalamiento, dos personas se habrían acercado hasta él para reiterarle la advertencia de que de
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