La dirección del Colegio Nuestra Señora del Carmen de Dúrcal (Granada) ha decidido expulsar durante tres días al alumno de seis años que repartió medicamentos de adulto entre sus compañeros durante el recreo, provocando que cuatro de ellos tuvieran que recibir asistencia hospitalaria
#7 ¿Y qué? Las medidas que se toman son para corregir comportamientos. ¿Crees que expulsar a un niño de 6 años del colegio sirve para algo en este caso?
#10 No lo volverá a hacer porque tras el accidente (que es lo que ha sido) se lo habrán explicado bien en casa. Sus compañeros no lo harán porque el colegio ha decidido hacer algo realmente útil, que son unas jornadas para explicarles a los niños qué son los medicamentos y por qué no se puede jugar con ellos. Expulsar tres días a un niño de 6 años no sirve absolutamente para nada. Y si crees que sí es evidente que no entiendes la diferencia entre un niño de esa edad y un adolescente.
#11 Claro, no soy pedagogo y no entiendo que a lo niños no se les puede castigar, hay que explicarle las cosas hasta que comprendan que están mal, y si no lo comprenden esperamos a que tengan la edad para hacerlo o a que se aburran. A lo que ocurra mientras tanto lo podemos llamar daños colaterales.
No estoy en la onda “new age”.
#12 No, hombre. Tú toma como acción expulsarlo, y él solito ya usará esos tres días para reflexionar acerca de sus acciones y sus consecuencias. Es lo que hacen los niños de 6 años.
#13 Yo no tomo ninguna “acción”, han sido unos profesionales con formación y experiencia en la educación de niños de seis años que han valorado un asunto tan grave y que pudo acabar muy mal, aun arriesgo de contravenir la “new” pedagogía.
Quizás esta decisión evite que él o sus compañeros hagan algo parecido ante la falta de consecuencias, pero eso nunca lo sabremos.
#14 Seguramente los profesionales sean los que han propuesto y van a preparar la campaña de educación, y quienes han decidido la expulsión, como deja entrever la noticia, son los "políticos" con ganas de hacer un gesto y punto.
Aunque parece que en este caso es un accidente y yo diría que es mucho mejor hacer pedagogía que aplicar coerción, yo nunca he hablado de que no pueda que haber consecuencias, hablo de que expulsarlo no sirve para nada. Un niño de 6 años no va a aprender nada de la expulsión, para él simplemente "mañana no hay cole". ¿Te parece que castigarlo es lo adecuado en este caso? Me parece estupendo, yo a mi hijo le castigo cuando lo considero adecuado, pero usa un castigo efectivo y del que pueda aprender algo.
Es lamentable que se repriman en la infancia sentimientos tan nobles como la generosidad. Pagaría por ver como reaccionan todos los niños del recreo empalmados si las pastillitas eran de las azules.
Lo único que va a aprender este niño con esto es que compartir tus caramelos es malo malísimo. No le va a enseñar en absoluto a no coger los "caramelos" del abuelo.
Comentarios
Queda claro que "dealer" se nace y no se hace...
Por fin una evidencia de que daban droga en el colegio.
¿Y con qué fin se expulsa a un niño de 6 años que pensaba que estaba dando gominolas a sus amigos? Vaya lumbreras...
#5 Cuatro de sus compañeros en Granada tuvieron que recibir asistencia hospitalaria por ingerir los medicamentos para el corazón.
#7 ¿Y qué? Las medidas que se toman son para corregir comportamientos. ¿Crees que expulsar a un niño de 6 años del colegio sirve para algo en este caso?
#9 Pues sí. No creo que lo vuelva a hacer, ni él, ni ninguno de sus compañeros. Y la familia procurará guardar mejor las pildoras.
#10 No lo volverá a hacer porque tras el accidente (que es lo que ha sido) se lo habrán explicado bien en casa. Sus compañeros no lo harán porque el colegio ha decidido hacer algo realmente útil, que son unas jornadas para explicarles a los niños qué son los medicamentos y por qué no se puede jugar con ellos. Expulsar tres días a un niño de 6 años no sirve absolutamente para nada. Y si crees que sí es evidente que no entiendes la diferencia entre un niño de esa edad y un adolescente.
#11 Claro, no soy pedagogo y no entiendo que a lo niños no se les puede castigar, hay que explicarle las cosas hasta que comprendan que están mal, y si no lo comprenden esperamos a que tengan la edad para hacerlo o a que se aburran. A lo que ocurra mientras tanto lo podemos llamar daños colaterales.
No estoy en la onda “new age”.
#12 No, hombre. Tú toma como acción expulsarlo, y él solito ya usará esos tres días para reflexionar acerca de sus acciones y sus consecuencias. Es lo que hacen los niños de 6 años.
#13 Yo no tomo ninguna “acción”, han sido unos profesionales con formación y experiencia en la educación de niños de seis años que han valorado un asunto tan grave y que pudo acabar muy mal, aun arriesgo de contravenir la “new” pedagogía.
Quizás esta decisión evite que él o sus compañeros hagan algo parecido ante la falta de consecuencias, pero eso nunca lo sabremos.
#14 Seguramente los profesionales sean los que han propuesto y van a preparar la campaña de educación, y quienes han decidido la expulsión, como deja entrever la noticia, son los "políticos" con ganas de hacer un gesto y punto.
Aunque parece que en este caso es un accidente y yo diría que es mucho mejor hacer pedagogía que aplicar coerción, yo nunca he hablado de que no pueda que haber consecuencias, hablo de que expulsarlo no sirve para nada. Un niño de 6 años no va a aprender nada de la expulsión, para él simplemente "mañana no hay cole". ¿Te parece que castigarlo es lo adecuado en este caso? Me parece estupendo, yo a mi hijo le castigo cuando lo considero adecuado, pero usa un castigo efectivo y del que pueda aprender algo.
Voy a leer el artículo, pero espero que fuese viagra.
"...Antes que sumar o restar el ya dividia cuartos!"
Un King Putreak!
Que peligro tienen las pastis del abuelo.
Es lamentable que se repriman en la infancia sentimientos tan nobles como la generosidad. Pagaría por ver como reaccionan todos los niños del recreo empalmados si las pastillitas eran de las azules.
Lo único que va a aprender este niño con esto es que compartir tus caramelos es malo malísimo. No le va a enseñar en absoluto a no coger los "caramelos" del abuelo.