Hace 1 año | Por --722515-- a epoje.es
Publicado hace 1 año por --722515-- a epoje.es

Los constructos sociales no son imposiciones arbitrarias, sino que emanan de condicionantes biológicos y materiales (el ambiente y desarrollo tecnológico). Todo cambio cultural vendrá siempre inmediatamente precedido por un cambio material que lo explique. Esta tesis, contraria al determinismo cultural que han tomado las instituciones, supone un desafío directo a los movimientos sociales y a las ideologías, en tanto que insinúa que todas sus conquistas pasadas son, en realidad, el resultado de factores materiales ajenos a su voluntad...

Comentarios

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"En otras palabras, las ideologías no serían el motor de la historia, sino meramente un reflejo posterior de cambios culturales que ya se venían produciendo anteriormente en la sociedad.

Toda clase de logros se le atribuyen a este tipo de movimientos, y en especial, al feminismo, aun cuando la conexión entre unos y otros es tenue en el mejor de los casos, y casi siempre mejor explicada por las condiciones materiales de la época. El ejemplo paradigmático de esto está en la rápida sucesión de cambios sociales acontecidos justamente tras la revolución industrial, que incluyen como elementos más prominentes la aparición de los movimientos por la liberación de los esclavos negros en la colonias y el inicio de la incorporación de las mujeres al mercado laboral. Ante estos fenómenos podemos adoptar la posición idealista de suponer que tales avances sociales fueron el resultado de una lucha ideológica por la aprobación social surgida de la nada, en cuyo caso habrá que enfrentarse a la pregunta de por qué precisamente tales conquistas se dieron en ese momento y no en otro, siendo los conflictos raciales y sexuales tan antiguos como la propia humanidad. Por otro lado, podemos adoptar la posición materialista y atribuir dichos cambios a la ventaja competitiva que suponía la mecanización del trabajo sobre la mano de obra esclava y a la creciente demanda de trabajadores industriales sin cubrir en un mercado en que la práctica totalidad de los hombres en edad de trabajar estaban ya empleados. Ante este dilema, es preferible, a mi juicio, adoptar el principio de la navaja de Ockham y optar por la hipótesis con un menor número de suposiciones, prescindiendo para ello de la presunta iniciativa propia de los activistas."

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Menuda mierda delirante de artículo.