No se puede decir que no haya fuerzas poderosas que están intentando alzarla de la lona. Además de los de siempre, de los monárquicos por convicción y por genética política, hasta el diario El País está comprometido a fondo con la operación, y publica artículos que avergüenzan a muchos de sus periodistas…El historiador Joan del Alcázar analiza el deterioro de la imagen de la Familia Real.
Tener que soportar un rey, además uno que es herencia e imposición del dictador ya es duro.
Lo que podemos permitir es que además se instaure la herencia monárquica, si esto ocurre estamos perdidos como país, estamos aceptando la corrupción como sistema y desde luego el concepto democracia no tiene cabida en España.
La derecha se hace lenguas de lo bien que sintoniza con los diversos mandatarios y de las puertas que abre. Que algunos de sus compadres sean unos déspotas tiránicos parece no importar a casi nadie. En realidad no le importa a nadie siempre y cuando nos llenen los depósitos de combustible de nuestros coches y nuestra calefacción.
Se trata de una gente que prácticamente no ha conocido a los reyes ni en sus cuentos infantiles, y que difícilmente acepta como algo razonable que un príncipe se convierta en jefe del Estado porque es hijo del que lo era hasta su muerte o su abdicación. Vale que intenten hacer una metáfora, pero hay que estar fuera de la realidad afirmando que no conocen los reyes "ni en los cuentos infantiles". En realidad la gente menor de 30 años es la única que solamente ha conocido la monarquía como forma de gobierno (otra cosa es que les guste ese sistema). Los mayores de 30 hemos conocido monarquía, dictadura y algunos incluso la república.
El revulsivo republicano, un ideal ligado a la honradez en la gestión de la cosa pública, a la anteposición de lo público frente a lo privado, al culto a la educación en valores, laica e igualitaria, a la libertad individual frente a los abusos de los poderes, y a la solidaridad entre los hombres como valor universal, puede ser una palanca potente. Como sucede por ejemplo en Egipto, Irán, Pakistán, Corea del Norte, China...
Pienso que puede explicarse mucho mejor el descrédito y la caída de popularidad de la monarquía española, sinceramente.
Comentarios
Levantar la cabeza para ver el filo de la guillotina...yo tampoco lo haría.
Tener que soportar un rey, además uno que es herencia e imposición del dictador ya es duro.
Lo que podemos permitir es que además se instaure la herencia monárquica, si esto ocurre estamos perdidos como país, estamos aceptando la corrupción como sistema y desde luego el concepto democracia no tiene cabida en España.
La derecha se hace lenguas de lo bien que sintoniza con los diversos mandatarios y de las puertas que abre. Que algunos de sus compadres sean unos déspotas tiránicos parece no importar a casi nadie. En realidad no le importa a nadie siempre y cuando nos llenen los depósitos de combustible de nuestros coches y nuestra calefacción.
Se trata de una gente que prácticamente no ha conocido a los reyes ni en sus cuentos infantiles, y que difícilmente acepta como algo razonable que un príncipe se convierta en jefe del Estado porque es hijo del que lo era hasta su muerte o su abdicación. Vale que intenten hacer una metáfora, pero hay que estar fuera de la realidad afirmando que no conocen los reyes "ni en los cuentos infantiles". En realidad la gente menor de 30 años es la única que solamente ha conocido la monarquía como forma de gobierno (otra cosa es que les guste ese sistema). Los mayores de 30 hemos conocido monarquía, dictadura y algunos incluso la república.
El revulsivo republicano, un ideal ligado a la honradez en la gestión de la cosa pública, a la anteposición de lo público frente a lo privado, al culto a la educación en valores, laica e igualitaria, a la libertad individual frente a los abusos de los poderes, y a la solidaridad entre los hombres como valor universal, puede ser una palanca potente. Como sucede por ejemplo en Egipto, Irán, Pakistán, Corea del Norte, China...
Pienso que puede explicarse mucho mejor el descrédito y la caída de popularidad de la monarquía española, sinceramente.
Creo que los poderes fàcticos, algún día, dejarán caer la monarquía si esto sirve para distraer al pueblo de atacarles a ellos.
Estos también los va a echar Pablo Iglesias, el mesías.
Todo será que la pierdan