La farmacéutica GlaxoSmithKline, que el año pasado fue condenada en China a una multa récord de 483 millones de dólares y está investigando posibles malas conductas de su personal, se enfrenta a nuevas alegaciones de soborno en Rumania. Las últimas acusaciones dicen que GSK pagó a médicos rumanos cientos y en un caso miles de euros por recetar sus medicinas.
Comentarios
Nunca creí que fuera a envidiar algo de China...pero esta multa está muy bien puesta.