Desde las elecciones, las mujeres han estado yendo al ginecólogo y visitado las oficinas de Planificación Familiar para preguntar sobre el control de natalidad. ¿Por qué tanta prisa? Para empezar, tal y como Trump prometió, los anticonceptivos podrían ser mucho más caros. Pero el precio no es la única preocupación. Las mujeres ven un Congreso que está amenazando con hacer recortes a Planificación Familiar, un vicepresidente que ha prometido restringir el acceso al aborto, y un candidato al Tribunal Supremo que es hostil a la salud de la mujer.
Comentarios
Quieren vacunarse contra la misoginia. Como todas las religiones.
El problema es el alambrito
Entonces me temo que solo les queda la castidad