En 2009, la fábrica de Nissan de Barcelona parecía condenada al cierre. Luego, salvada a base de duros sacrificios en materia de derechos laborales, se ha convertido en un símbolo de una flexiseguridad que se pone como ejemplo en Francia, y en el centro del debate poítico español. Traducción completa del artículo en comentario 2.
En 2009, la fábrica de Nissan de Barcelona parecía condenada al cierre. Luego, salvada a base de duros sacrificios en materia de derechos laborales, se ha convertido en un símbolo de una flexiseguridad que se pone como ejemplo en Francia, y en el centro del debate poítico español.
Entre 2007 y 2009, la producción había caído de 197.000 a 44.000 coches. Ya no llegaban pedidos. "Había que reaccionar, ser competitivos y flexibles ", explica a AFP el vicepresidente de Nissan España, Frank Torres.
Empleadores y empleados llegaron entonces a acuerdos sobre alargamiento de la jornada de trabajo, reducción de salarios para los nuevos contratados, días de apertura… a cambio, la fábrica obtuvo pedidos para cinco nuevos modelos..
"Si no hubiésemos aceptado, habríamos tenido a 2000 colegas en la call", se resigna Enrique Saludas, jefe del sindicato mayoritario de esta fábrica con 3500 empleados.
Medidas similares se adoptaron en toda la industria automovilísitca, que representa el 10% del PIB español, y que crece fuertemente (+11,1% en 2015).
La piedra angular de esta política fue la reforma del mercado de trabajo impulsada por el presidente del gobierno saliente, Mariano Rajoy (Partido popular, derecha) adoptada en 2012, cuando el paro sobrepasaba el 22.5% de la población activa, tras la destrucción de 2.6 millones de empleos, tras cuatro años de crisis.
La reforma creó un nuevo contrato indefinido aplicable a las personas de menos de 30 años, que permitía prácticamente el despido sin justificación durante un año.
Derogó una regla universal en materia de derechos de los trabajadores, la prohibición de modificar de manera sustancial y unilateral las condiciones de trabajo. Redujo drásticamente las indemnizaciones por despido, y autoriza los despidos colectivos también sin problemas económicos.
Cuatro años después, la reforma sigue siendo objeto de controversias.
En diciembre, el candidato socialista a las legislativas, Pedro Sanchez, prometió anularla. Pero ahora, aliado con los liberales de Ciudadanos, ya no quiere dar marcha atrás de forma completa. "Vuestro pacto no defiende a los trabajadores (...) habéis dejado la puerta abierta a la bajada de costes de despido ", le lanzó el jefe del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, rechazando su investidura como presidente del gobierno.
"Esta reforma tenía como objetivo crear empleos, pero lo que ha hecho es crear el despido libre ", denuncia el abogado laboralista Ramón Hernández Carrera.
En Europa, la flexisecuridad ya está inspirando otras políticas. El plan Agenda 2010 de Alemania, introducido por el gobierno socialdemócrata en 2005, facilitó los "mini-jobs", contratos precarios sin cargas sociales, con un límite de 450 euros / mes, y rebajó las indemnizaciones para los parados de más de un año.
"Cada día el mercado económico globalizado requiere una mayor flexibilidad, no podemos oponernos a esta realidad", argumenta Jordi García Viña, director de relaciones profesionales de la CEOE, principal organización patronal española.
Tras su salida de la crisis en 2014, España volvió a crear empleos: más de un millón en dos años, pero la mayor parte de ellos de duración determinada. Al final de 2015, la tasa de paro seguía en el 20.9%, segunda más alta de la UE tras Grecia..
"El paro bajó a costa de una precarización del empleo. Se ofrecen unos salarios menores, y se le pide mucho más al trabajador”, resume Beatriz Tobirio, portavoz de Infojobs, principal bolsa de empleos en Internet.
Entre 2011 y 2014, el salario medio subió un 2,1% (de 1.841 euros a 1.881) cuando la inflación saltaba un 5,2%. Los contratos que pagaban por debajo del salario mínimo mensual (752 euros) pasaron del 8 al 13%.
"Hay sobre todo un ajuste brutal de salarios en la recolocación de personas que perdieron su empleo, con bajadas del 30% al 40%", asegura el universitario Ignacio García Pérez, miembro del think-tank económico Fedea.
Para Antonio Ferrer, un responsable del sindicato UGT, la reforma fue "injusta y equivocada", y la tasa de paro sigue muy alta.
Un estudio del banco BBVA defiende en cambio la reforma, asegurando que si hubiese sido adoptada en 2008, habría evitado la destrucción de un millón de empleos, y asegura que habría frenado las olas de despidos.
#2 "Tras su salida de la crisis en 2014, España volvió a crear empleos..." Debe ser verdad que ya salimos de la crisis, será por ello que el combo PP-PSOE-C's no juzga necesarios otros sacrificios como que un cargo político no cobre más del triple del salario mínimo interprofesional.
¿Flexiseguridad?, inventar palabras para endulzar la realidad, como lo de daños colaterales.
En pos de algo que nos han dicho que es muy bueno, la globalización y el libre mercado, te quitamos los derechos laborales, la conciliación familiar, te bajamos los salarios, instauramos el libre despido.
La solución no es nueva, aranceles a todos aquellos productos que pudiéndose producir en país desarrollados en derechos laborales, se hacen en países subdesarrollados.
Igualar el coste de la producción con respecto a estados dónde el coste de la seguridad social, los salarios dignos y las jornadas de cuarenta horas no existe.
Así lo único que hacemos es como los chinos. Dumping social a otros trabajadores que tienen unas condiciones decentes. Verguenza y asco me da todo esto de la 'flexiseguridad'
Si, la gente no va a la calle y puede guardar su trabajo... Pero sus condiciones empeoran. Es una buena solución cortoplacista pero terrible a la larga. Convirtiendo al trabajador en poco más que un esclavo. Las empresas aprovechándose de la situación y ganando más dinero a costa del trabajador. Una solución sería que las empresas que decidieran someter a dichas condiciones de trabajo a sus trabajadores hicieran una vez al año un reparto de beneficios con estos. Esto haría que solamente lo realizasen las empresas realmente necesitadas y que el trabajador no tuviese una condiciones de trabajo tan malas y, además, viese recompensado su trabajo.
No hay lo de seguridad para el trabajador por ningún lado, la reforma se crea para evitar el quiebre masivo de empresas a causa de la poca adaptabilidad que tienen las empresas para ajustar su plantilla.
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En 2009, la fábrica de Nissan de Barcelona parecía condenada al cierre. Luego, salvada a base de duros sacrificios en materia de derechos laborales, se ha convertido en un símbolo de una flexiseguridad que se pone como ejemplo en Francia, y en el centro del debate poítico español.
Entre 2007 y 2009, la producción había caído de 197.000 a 44.000 coches. Ya no llegaban pedidos. "Había que reaccionar, ser competitivos y flexibles ", explica a AFP el vicepresidente de Nissan España, Frank Torres.
Empleadores y empleados llegaron entonces a acuerdos sobre alargamiento de la jornada de trabajo, reducción de salarios para los nuevos contratados, días de apertura… a cambio, la fábrica obtuvo pedidos para cinco nuevos modelos..
"Si no hubiésemos aceptado, habríamos tenido a 2000 colegas en la call", se resigna Enrique Saludas, jefe del sindicato mayoritario de esta fábrica con 3500 empleados.
Medidas similares se adoptaron en toda la industria automovilísitca, que representa el 10% del PIB español, y que crece fuertemente (+11,1% en 2015).
La piedra angular de esta política fue la reforma del mercado de trabajo impulsada por el presidente del gobierno saliente, Mariano Rajoy (Partido popular, derecha) adoptada en 2012, cuando el paro sobrepasaba el 22.5% de la población activa, tras la destrucción de 2.6 millones de empleos, tras cuatro años de crisis.
La reforma creó un nuevo contrato indefinido aplicable a las personas de menos de 30 años, que permitía prácticamente el despido sin justificación durante un año.
Derogó una regla universal en materia de derechos de los trabajadores, la prohibición de modificar de manera sustancial y unilateral las condiciones de trabajo. Redujo drásticamente las indemnizaciones por despido, y autoriza los despidos colectivos también sin problemas económicos.
Cuatro años después, la reforma sigue siendo objeto de controversias.
En diciembre, el candidato socialista a las legislativas, Pedro Sanchez, prometió anularla. Pero ahora, aliado con los liberales de Ciudadanos, ya no quiere dar marcha atrás de forma completa. "Vuestro pacto no defiende a los trabajadores (...) habéis dejado la puerta abierta a la bajada de costes de despido ", le lanzó el jefe del partido de izquierda radical Podemos, Pablo Iglesias, rechazando su investidura como presidente del gobierno.
"Esta reforma tenía como objetivo crear empleos, pero lo que ha hecho es crear el despido libre ", denuncia el abogado laboralista Ramón Hernández Carrera.
En Europa, la flexisecuridad ya está inspirando otras políticas. El plan Agenda 2010 de Alemania, introducido por el gobierno socialdemócrata en 2005, facilitó los "mini-jobs", contratos precarios sin cargas sociales, con un límite de 450 euros / mes, y rebajó las indemnizaciones para los parados de más de un año.
"Cada día el mercado económico globalizado requiere una mayor flexibilidad, no podemos oponernos a esta realidad", argumenta Jordi García Viña, director de relaciones profesionales de la CEOE, principal organización patronal española.
Tras su salida de la crisis en 2014, España volvió a crear empleos: más de un millón en dos años, pero la mayor parte de ellos de duración determinada. Al final de 2015, la tasa de paro seguía en el 20.9%, segunda más alta de la UE tras Grecia..
"El paro bajó a costa de una precarización del empleo. Se ofrecen unos salarios menores, y se le pide mucho más al trabajador”, resume Beatriz Tobirio, portavoz de Infojobs, principal bolsa de empleos en Internet.
Entre 2011 y 2014, el salario medio subió un 2,1% (de 1.841 euros a 1.881) cuando la inflación saltaba un 5,2%. Los contratos que pagaban por debajo del salario mínimo mensual (752 euros) pasaron del 8 al 13%.
"Hay sobre todo un ajuste brutal de salarios en la recolocación de personas que perdieron su empleo, con bajadas del 30% al 40%", asegura el universitario Ignacio García Pérez, miembro del think-tank económico Fedea.
Para Antonio Ferrer, un responsable del sindicato UGT, la reforma fue "injusta y equivocada", y la tasa de paro sigue muy alta.
Un estudio del banco BBVA defiende en cambio la reforma, asegurando que si hubiese sido adoptada en 2008, habría evitado la destrucción de un millón de empleos, y asegura que habría frenado las olas de despidos.
#2 "Tras su salida de la crisis en 2014, España volvió a crear empleos..." Debe ser verdad que ya salimos de la crisis, será por ello que el combo PP-PSOE-C's no juzga necesarios otros sacrificios como que un cargo político no cobre más del triple del salario mínimo interprofesional.
¿Flexiseguridad?, inventar palabras para endulzar la realidad, como lo de daños colaterales.
En pos de algo que nos han dicho que es muy bueno, la globalización y el libre mercado, te quitamos los derechos laborales, la conciliación familiar, te bajamos los salarios, instauramos el libre despido.
La solución no es nueva, aranceles a todos aquellos productos que pudiéndose producir en país desarrollados en derechos laborales, se hacen en países subdesarrollados.
Igualar el coste de la producción con respecto a estados dónde el coste de la seguridad social, los salarios dignos y las jornadas de cuarenta horas no existe.
Así lo único que hacemos es como los chinos. Dumping social a otros trabajadores que tienen unas condiciones decentes. Verguenza y asco me da todo esto de la 'flexiseguridad'
Si, la gente no va a la calle y puede guardar su trabajo... Pero sus condiciones empeoran. Es una buena solución cortoplacista pero terrible a la larga. Convirtiendo al trabajador en poco más que un esclavo. Las empresas aprovechándose de la situación y ganando más dinero a costa del trabajador. Una solución sería que las empresas que decidieran someter a dichas condiciones de trabajo a sus trabajadores hicieran una vez al año un reparto de beneficios con estos. Esto haría que solamente lo realizasen las empresas realmente necesitadas y que el trabajador no tuviese una condiciones de trabajo tan malas y, además, viese recompensado su trabajo.
A ver esa traducción completa
Por qué les hacen el juego a los que se inventan las palabras? Ni flexiseguridad ni leches, esto es despido barato, ya está.
y cuando el resto de paises europeos sean también flexiseguros ¿que palabro nos inventamos? ¿sodomiseguros?