Hace 9 años | Por Nagash a local10.com
Publicado hace 9 años por Nagash a local10.com

La ciudad de Fort Lauderdale aprobó una ordenanza que ilegaliza a varios grupos humanitarios por alimentar a los indigentes en la vía publica condenando la practica con hasta 60 dias de prisión.

Comentarios

Azucena1980

Empezaron por impedir dar de comer a los patos en los parques y han acabado así...

anxosan

De modo que ayudar al prójimo es delito.

Nagash

#4 Yo sigo sin entender los fundamentos de la norma, o sea, en que perjudica a la sociedad dicha práctica

D

#5 Ensucia visualmente las calles y el libre tránsito de la circulación entre tienda y tienda.

anor

#7 #5 No perjudica a la sociedad, perjudica al sistema.



Exacto, la ideologia imperante en la actualidad sostiene que el que fracasa lo hace por su culpa, por tanto es justo no ayudarle, al contrario, debe ser apartado del resto de los ciudadanos y rechazado por todos pues es nociva para la sociedad la existencia de estas personas. El fracasado es tratado como un deshecho que hay que mantener lejos para que no contamine al resto de ciudadanos. SI no se nos inculcaran estas ideas la gente empezaria a pensar que quiza la culpa no es de quienes fracasan sino del sistema.

oso_69

#10 Lo explica en éste otro, es lo que dice #7:

Un hombre de 90 años podría ir a la cárcel por alimentar a indigentes en EEUU

Hace 9 años | Por robustiano a economiahoy.mx


"En una entrevista con el diario Sun-Sentinel, el alcalde de Fort Lauderdale ha defendido la medida. "No estoy satisfecho con tener un a personas sin hogar en la ciudad, pero ofrecerles una comida y mantenerlos en ese ciclo en la calle no es productivo""

oso_69

Como ya he dicho otras veces, mi conocimiento del inglés es muy básico. ¿Han dado alguna razón para impedir esto, no sé, de tipo sanitario o algo así?

Nagash

#9 Al menos no en el artículo

Arikitan

Menuda panda de hijos de puta.

e

Durante muchos años en Salamanca no se veía un solo indigente. Cada vez que aparecía uno, la policía municipal lo instaba a abandonar la ciudad. Si volvía, ellos mismos lo llevaban a las afueras y, según contaban, le pegaban una paliza para que no volviera.
Así se mantenían las calles "limpias" y bonitas.

D

Entonces los llevaré a mi casa y los alimentaré allí, ya que en la vía pública no se puede.