Para acceder a una pensión por incapacidad permanente es imprescindible pasar por una evaluación médica. Esta valoración, a cargo del tribunal médico, determina si la dolencia impide trabajar. El proceso puede iniciarse por el trabajador, la Seguridad Social o la Inspección de Trabajo. Existen cuatro grados de incapacidad: parcial, total, absoluta y gran invalidez, cada uno con efectos distintos. Trujillo destaca la importancia de aportar informes médicos actualizados y contar con ase
|
etiquetas: incapacidad permanente , seguridad social , rrhh , accidente , enfermedad