Forrados están los fuerdáis. Primero les llegó la pasta y, después, la palabra. Hacía falta un nombre para hablar de estos jóvenes chinos que se pulen la fortuna de sus padres millonarios en petardeo y desmesuras. Veinteañeros que publican fotos en sus redes sociales quemando fajos de billetes y mostrando sus cuentas bancarias millonarias. O, como el hijo del magnate chino y accionista del Atlético de Madrid Wang Sicong, que farda en Weibo (el Twitter chino) de los ocho iPhone 7 que regala a su perro Coco y de los dos relojes Apple de oro que p
Comentarios
Esa chulería, que recuerda al «no sabe usted con quién está hablando» de los tiempos de Franco
Tiempos de Franco, dice. Bendita inocencia.
Es un exceso, pero un exceso que refleja una realidad similar de muchas personas pero más de andar por casa: el deseo de ostentación.
Si Mao levantara la cabeza...
¿Y no hay algun desviado revolucionario del grupo que pida mayor libertad de expresión, menos censura formal e informal y medios de información menos controlados?
creo que pronto les cortarán las alas ...o la cabeza..