José María de la Riva -uno de los exconsejeros de Caja Madrid que nombró el PSOE- utilizó su tarjeta black a efectos fiscales de Caja Madrid con propósitos muy diversos y alejados de los "gastos de representación" que se le presuponía a ese complemento financiero. Fue el consejero socialista que más gastó tras Antonio Romero: un total de 208.979 euros en nueve años.
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