El caso de Ramón C. P., el ujier del parlamento valenciano acusado de matar a su hijo drogadicto, ha dado un giro de 180 grados. Todo apuntaba a un homicidio. Redujo al joven poniendo las rodillas sobre su pecho, y los investigadores contemplaban la asfixia como la principal hipótesis. El contexto también inducía a culparle. No avisó al 112, y envió a su mujer un truculento mensaje tras su muerte: "todo arreglado". Pero nada era lo que parecía. Murió de sobredosis, y el caso ha acabado archivado.
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Recordemos como tituló esta web cuando saltó el caso.
¿Un homicida en las Cortes Valencianas? Ramón, el ujier acusado de matar a su hijo drogadicto
"Tenía a su alcance a los políticos más poderosos y nunca pidió ayuda", afirman en el parlamento. Se encuentra detenido con protocolo antisuicidios.
Fuentes de la investigación trasladan a este periódico que el ujier, que hasta hace unos días atendía las necesidades de ilustres diputados como Ximo Puig o Mónica Oltra,…
El chaval iba hasta arriba, pero la noticia no es muy precisa; está metiendo metabolitos como drogas, lo que científicamente es bastante incorrecto
Se te ponen los pelos de punta leyendo el artículo. Ver a un hijo caer de esa forma en las drogas debe de ser de las peores cosas que te pueden pasar. No se lo deseo a nadie.