Se trata de una decisión totalmente anómala, pues el capitalista se hace merecedor de un retorno en la medida en que asume riesgos en proyectos que generen riqueza: lo que no es en absoluto de recibo es que se le salvaguarde de sus riesgos y que obtenga rendimientos aun cuando haya destruido riqueza. Pero a eso se ha dedicado nuestro Gobierno.Se ha salvado a los capitalistas que se equivocaron a costa del contribuyente.
Comentarios
Yo no considero a Luis Barcenas un inversor.
Pero es que esto no es noticia, compañero@landaburu.