La de componendas que tuvo que estudiar y analizar el Gobierno para dar una salida al almacén de gas Castor. Fue una bomba de relojería allá por septiembre de 2013, cuando su dueño, ACS, a través de su filial Escal UGS, comenzó a inyectar gas y provocó
Comentarios
Voy yo y me lo creo.
Pues también es mala suerte que cada vez que intentan endiñarle algo a las empresas lo acabemos pagando nosotros...
Les faltó tiempo para soltar la pasta a estos hijos de puta.