Israel aprobó sus presupuestos tras semanas de conflicto interno en el Gobierno por la distribución de partidas y fricción con parte de sus socios ultraortodoxos judíos, que presionaron para obtener más fondos. Las entidades ciudadanas contra la reforma judicial —que protestan de forma multitudinaria desde enero— movilizaron a miles de personas ayer por la tarde ante la Cámara en Jerusalén y acusaron al Gobierno de «saqueo a las arcas del Estado» por prever más financiación para subsidios a los religiosos. Netanyahu también debió pactar una…