Hace 1 año | Por ChanVader a elcomercio.es
Publicado hace 1 año por ChanVader a elcomercio.es

Las llamativas paredes azules del ábside se han llenado de grafitis con insultos, estrellas de cinco puntas y cruces invertidas, aunque la imagen de Nuestra Señora de Covadonga aún no ha sufrido la acción de los vándalos. Sin embargo, lo que ya no está es la pila bautismal. La reja que había para acceder a esta zona está abierta y en su lugar solo queda el hueco donde se ubicaba sin que en los alrededores haya ningún resto que haga prever que se haya roto. Justo enfrente, además, se encuentra el confesionario y a sus pies se encuentra un baúl

Comentarios

Dakaira

Pues no se a mi lo grave no me parecen los graffitis, ni los grafiteros, ni que sea una capilla... Esto lo es: expedientes con datos de los enfermos rondando por ahí.

D

No, si ahora resulta que vamos a perseguir a los satanistas por expresar su religión libremente.

devilinside

#1 Teniendo en cuenta además de que no pudieron inscribir a su nombre inmueble alguno, que todos se los quedó la competencia