Hace 3 años | Por gnomolesten a lamarea.com
Publicado hace 3 años por gnomolesten a lamarea.com

Las niñas y los niños de Grindavík, un municipio islandés de la península de Reykjanes situado a 52 kilómetros de la capital, esperan los terremotos con ilusión, especialmente los fuertes. Si un terremoto supera la magnitud 5, tienen permiso para ir a la escuela con un juguete de casa. «Este fin de semana lo pasaremos en la cabaña de veraneo que tenemos en Thingvellir para descansar de los terremotos y mi hijo me ha preguntado preocupado que qué pasará si se pierde uno fuerte, si igualmente podrá llevar el juguete a la escuela o no», explicaba