El poder del monopolio está a nuestro alrededor: como consumidores, dueños de negocios, empleados, empresarios y ciudadanos. Cuando compramos de todo, desde lavadoras hasta comestibles, desde dominios de sitios web hasta suministros médicos, e incluso cuando seleccionamos un ataúd para un ser querido recientemente fallecido, nos vemos limitados por el pequeño grupo de actores que controlan cada vez más el comercio de Estados Unidos.