La tesis del doctor e investigador de la Universidad de Oviedo determinó que los universitarios asturianos tenían más incertidumbre sobre su futuro que el resto de trabajadores jóvenes La generación más preparada de la historia no encuentra estabilidad en el mercado laboral. Los estudios universitarios no son garantías de un empleo fijo y un futuro estable, y cada vez más los jóvenes son conscientes de esta realidad.
No debe parecerle a esta generación que la precariedad, el desempleo, la pobreza, el depender de los padres y su herencia, las colas del hambre, la pérdida de poder adquisitivo, los desahucios, la inasequibilidad de la vivienda, los zulos, la imposibilidad de emanciparse, la imposibilidad de ahorrar, el sinfuturo, el subdesarrollo, el tercermundismo, la inutilidad de estudiar, el capitalismo y la fraudulenta explotación capitalista, la monarquía y España en general sean cosas tan horribles, si está deseosa, esta generación, de hacer nacer a sus hijos en todas esas circunstancias, a que sus hijos también las disfruten y se las agradezcan tanto como ella, esta generación, la disfruta y agradece a sus padres. (Los jóvenes son inteligentes, éticos y aptos como progenitores; debe, pues, parecerles que la precariedad y la pobreza son cosas estupendas, pues ¿qué persona inteligente, ética y apta como progenitora haría nacer a sus hijos en la precariedad y la pobreza si considerase que la precariedad y la pobreza son cosas horribles?)
España, pues, está bien como está, y la precariedad, el desempleo, la pobreza, el depender de los padres y su herencia, las colas del hambre, la pérdida de poder adquisitivo, los desahucios, la inasequibilidad de la vivienda, los zulos, la imposibilidad de emanciparse, la imposibilidad de ahorrar, el sinfuturo, el subdesarrollo, el tercermundismo, la inutilidad de estudiar, el capitalismo y la fraudulenta explotación capitalista, y la monarquía son costumbres, cultura, preferencias, elecciones, libertades y derechos de los españoles, y nos los tienen que respetar, así como los españoles respetamos las costumbres y culturas ajenas.
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No debe parecerle a esta generación que la precariedad, el desempleo, la pobreza, el depender de los padres y su herencia, las colas del hambre, la pérdida de poder adquisitivo, los desahucios, la inasequibilidad de la vivienda, los zulos, la imposibilidad de emanciparse, la imposibilidad de ahorrar, el sinfuturo, el subdesarrollo, el tercermundismo, la inutilidad de estudiar, el capitalismo y la fraudulenta explotación capitalista, la monarquía y España en general sean cosas tan horribles, si está deseosa, esta generación, de hacer nacer a sus hijos en todas esas circunstancias, a que sus hijos también las disfruten y se las agradezcan tanto como ella, esta generación, la disfruta y agradece a sus padres. (Los jóvenes son inteligentes, éticos y aptos como progenitores; debe, pues, parecerles que la precariedad y la pobreza son cosas estupendas, pues ¿qué persona inteligente, ética y apta como progenitora haría nacer a sus hijos en la precariedad y la pobreza si considerase que la precariedad y la pobreza son cosas horribles?)
España, pues, está bien como está, y la precariedad, el desempleo, la pobreza, el depender de los padres y su herencia, las colas del hambre, la pérdida de poder adquisitivo, los desahucios, la inasequibilidad de la vivienda, los zulos, la imposibilidad de emanciparse, la imposibilidad de ahorrar, el sinfuturo, el subdesarrollo, el tercermundismo, la inutilidad de estudiar, el capitalismo y la fraudulenta explotación capitalista, y la monarquía son costumbres, cultura, preferencias, elecciones, libertades y derechos de los españoles, y nos los tienen que respetar, así como los españoles respetamos las costumbres y culturas ajenas.