Hace 5 meses | Por spacemenko a eldiario.es
Publicado hace 5 meses por spacemenko a eldiario.es

Un residencial inacabado llama la atención en Playa Blanca. Rodeado de complejos hoteleros y apartamentos, esta urbanización gris es una de las obras sin terminar que forman parte del paisaje de Lanzarote. La construcción fue abandonada en 2006 y lleva ocupada desde hace 15 años. Un centenar de personas con dificultades para encontrar vivienda se instalaron en 28 de estas casas, hasta que el pasado martes 16 de enero se ejecutó la orden de desahucio. “Nosotros no íbamos a robar esto. Pedíamos que nos las vendieran o nos las arrendaran”, dice un

Comentarios

Detrás de la sagrada Propiedad Privada S.A., a.k.a. beneficio privado por encima de los derechos de los pobres, se esconden las mayores miserias y los mayores hijos de la gran puta de todos los tiempos.

H

#1 La pregunta es, en 15 años sin pagar vivienda, no te da tiempo a arreglarte la vida un poco? Generalizando, claro está, después habrá gente con problemas de salud y demás.

B

No sé. A mí lo que me parece es que esta noticia es estigmatizadora y ofensiva hacia todas esas personas, éticas e inteligentes, que, en ejercicio de sus legítimos derechos, consideran que la pobreza y la precariedad son circunstancias estupendas, tan estupendas como para incluso hacer nacer, y criar, a sus propias proles en ellas, a que sus proles también les agradezcan esa pobreza, esa precariedad, ese subdesarrollo, ese capitalismo, esa monarquía y esa España tanto como esas personas progenitoras los agradecen a sus padres.

Desde esta perspectiva, tener hijos es la manera más clara y evidente en que una persona puede mostrar su aprobación favorable del entorno económico o de las condiciones económicas en que dicha persona hace nacer a esos hijos. Pues ¿qué persona ética e inteligente haría nacer a sus propios hijos en un determinado entorno o circunstancia económica si considerase que ese entorno o circunstancia económica es horrible?

El que es pobre es porque quiere votar capitalismo, monarquía y pobreza, con sus votos y con su prole.

España, pues, va bien y está bien como está, y la precariedad, la pobreza, el subdesarrollo, el capitalismo y la monarquía son cultura, costumbres, modas, tendencias, derechos, libertades, preferencias, elecciones, votos e hijos de los españoles, y nos los tienen que respetar así como nosotros, los españoles, también respetamos las costumbres y culturas ajenas.

Y es que el libro de los gustos está en blanco, y la convivencia en una sociedad civilizada debe consistir en que sepamos respetarnos los unos a los otros las costumbres, culturas, derechos, preferencias económicas, criterios progenitores y principios éticos de cada cual, aunque puedan ser muy diferentes a los nuestros.

Tan respetable es la persona que no quiere hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque está mejor no viendo a sus hijos sufrir la pobreza, como la persona que considera estupendo hacer nacer a sus hijos en la pobreza porque elige considerar que la pobreza es estupenda, o porque quiere pensiones o tiene intereses personales que considere más importantes que el bienestar de sus hijos. Que tú o yo consideremos que la pobreza es horrible para los hijos no quita el derecho a otras personas de considerar lo contrario. Si una persona considera que la pobreza es estupenda y quiere que haya más gente en ella y por eso hace nacer a sus hijos en la pobreza, está en su derecho y no es asunto nuestro.

Además, los pobres ya tienen que sufrir la pobreza. Sería inhumano negarles encima el derecho de ver a sus hijos sufriendo también la pobreza.

Y recordad que cuando hacéis nacer a vuestras propias proles en la pobreza y la precariedad, no serán los ricos, el capitalismo y la monarquía los que se estén riendo de vosotros, sino que seréis vosotros los que os estaréis riendo de ellos.