Tras la publicación del índice de precios de referencia del alquiler que publicó el Gobierno, ahora su puesta en marcha depende de las autonomías y permitirá limitar el precio de los nuevos contratos de alquiler en las zonas tensionadas donde existe riesgo de oferta insuficiente para la población y cuando la vivienda pertenezca a un gran tenedor o no haya estado alquilada en los cinco años anteriores.
yo lo tengo claro, como propietario, mejor alquilar a familias para vivienda a largo plazo. el problema es encontrar gente "normal" o sea, que pague puntualmente, que cuide la casa donde vive porque es lo mejor para ellos, que reclame cuando hay que reclamar porque algo está viejo que se cae o hacen falta reparaciones estructurales, que arregle por su cuenta algo si lo rompen ellos. A esa gente hay que cuidarla, arreglar lo que haga falta para que esten contentos y la casa no se degrade, cobrarle lo justo y no columpiarse con subidas injustificables... hay que hacer compatible el derecho a sacar un rendimiento por tu vivienda con el derecho a que otro disponga de una vivienda digna en alquiler sin tener que vender un riñon para pagarla
"Si no lo vendo lo alquilo", "si no lo alquilo lo vendo". Así está más de uno en bucle.
El alquiler de temporada tiene sus limitaciones. El piso tiene que estar para vivir, nadie va a aceptar entrar si el piso está incompleto y sabiendo que aún haciendo ese esfuerzo se tendrá que comer pronto otra mudanza. Luego, hay ubicaciones que en verano arrasan, pero a ver quién vive ahí en invierno.
El que lo haga legal, verá cuál de las dos le resulta más conveniente. Lo que no se puede hacer es disfrazar de temporal un alquiler habitual. Que es lo que más de un listo quiere, poder echar al bicho libremente y cuando le convenga. Ésta es la auténtica discusión y donde se mete el falso debate de la "inseguridad jurídica".
#3 Pues para eso ya se sabe... con un precio justo es más probable que te encuentres inquilinos que igual no están en el taco pero cumplen y no dan problemas.
Esto también es el mercado. En "el mercao" se estila el "es lo que hay" y "no hay seguridad jurídica" cuando se quiere lo bueno de todo y lo malo de nada.
Comentarios
yo lo tengo claro, como propietario, mejor alquilar a familias para vivienda a largo plazo. el problema es encontrar gente "normal" o sea, que pague puntualmente, que cuide la casa donde vive porque es lo mejor para ellos, que reclame cuando hay que reclamar porque algo está viejo que se cae o hacen falta reparaciones estructurales, que arregle por su cuenta algo si lo rompen ellos. A esa gente hay que cuidarla, arreglar lo que haga falta para que esten contentos y la casa no se degrade, cobrarle lo justo y no columpiarse con subidas injustificables... hay que hacer compatible el derecho a sacar un rendimiento por tu vivienda con el derecho a que otro disponga de una vivienda digna en alquiler sin tener que vender un riñon para pagarla
"Si no lo vendo lo alquilo", "si no lo alquilo lo vendo". Así está más de uno en bucle.
El alquiler de temporada tiene sus limitaciones. El piso tiene que estar para vivir, nadie va a aceptar entrar si el piso está incompleto y sabiendo que aún haciendo ese esfuerzo se tendrá que comer pronto otra mudanza. Luego, hay ubicaciones que en verano arrasan, pero a ver quién vive ahí en invierno.
El que lo haga legal, verá cuál de las dos le resulta más conveniente. Lo que no se puede hacer es disfrazar de temporal un alquiler habitual. Que es lo que más de un listo quiere, poder echar al bicho libremente y cuando le convenga. Ésta es la auténtica discusión y donde se mete el falso debate de la "inseguridad jurídica".
Si ganan menos serán malos capitalistas y les señalarán en el barrio.....
tener 0 movidas con los inquilinos (y con los vecinos) no tiene precio
#3 Pues para eso ya se sabe... con un precio justo es más probable que te encuentres inquilinos que igual no están en el taco pero cumplen y no dan problemas.
Esto también es el mercado. En "el mercao" se estila el "es lo que hay" y "no hay seguridad jurídica" cuando se quiere lo bueno de todo y lo malo de nada.