No se trata de agujeros legales que empresas y asesores fiscales identifican y aprovechan. Son ofertas que los estados hacen llegar a las empresas de manera más o menos oficial y éstas, mirando de contentar a todos, responden mediante la creación de subsidiarias aquí y allí. Se trata de una cuestión en todo similar a las patentes de corso que siglos atrás los mismos reinos otorgaban a los piratas para combatir sus enemigos, haciendo la vista gorda o aceptando abiertamente que el botín fuera para ellos. ¿Por qué no debería hacerlo, si es legal?
Comentarios
¿Patentes de
jorso?
Coño, como los pujol!
Más que subsidarias, lo que alquilan son franquicias de la marca.
Un grupo de inversores patrios, con la ayuda de los Gobiernos, montan las infraestructuras. Ikea no arriesga un duro.
Después, Ikea forma a los empleados y les proporciona los productos a vender.
Como os podéis imaginar es un negocio redondo para Ikea.