El dueño de la mediadora Uniter, José González Mata, ha solicitado a la juez que investiga el caso de los expedientes de regulación de empleo (ERE) irregulares el sobreseimiento de la causa en lo relativo al delito de malversación de caudales público que le imputa y, en caso de que rechace dicha solicitud, que exija la devolución de las ayudas a los “miles” de trabajadores –los prejubilados ‘legales’– que “se han lucrado con el presunto delito”.
Comentarios
El viejo truco de diluir responsabilidades.
#6 ¿O sea que han dado sueldos ilegales a miles de trabajadores por la puta cara sin conocerles? Vaya mierda de robo. Si yo soy un trabajador de una empresa que entra en un ERE y sacan una ley que dice que me tienen que dar una indemniación y la acepto, no se que coño de culpa voy a tener.
Y te digo de antemano que ni de lejos soy ni conozco a nadie en esa situación.
Dudo que trabajadores normales se hayan beneficiado de la trama de los ERE. En todo caso no creo que sean parte de la trama. Cuando se ha hablado de los que se han acogido a estos EREs sin tener las condiciones siempre se les ha nombrado como "los intrusos" y no creo que lleguen a ser miles.
#1 Si el marco legal de los EREs están bajo sospecha, todos sus beneficiarios los están.
#3 Es como si me dices que el dueño de una empresa ha cometido un desfalco y se imputa a la señora de la limpieza.
#5 Y si la señora de la limpieza ha recibido sueldos ilegales?
#3 Cada uno se define por el árbol al que se arrima y en tu caso se te ve el plumero. Defiendes lo indenfendible haces demagogia para fanboys como tu.
Pues tiene razón. Si lo han cobrado indebidamente como minimo que lo devuelvan. Y si no sabían que era delito que demanden a su vez a quien les engañó.
Que los trabajadores que se hayan benrficiado de los eres hayan cometido delito, no quita para que el imputado también lo haya cometido. Es cosa del juez juzgarle por su delito, y si le da la gana y el fiscal o alguna acusación particular lo requiere, denunciar a los demás.
Siendo la Jueza Alaya, me pongo unos pantalones de cuero y un chaleco a tono. Cojo una fusta, me golpeo la mano mientras el
imputadoinvestigado está ahí, inmóvil, atado a una gran equis de madera, sintiendo el frío metal en su piel desnuda. El pobre, aterrorizado me mira con cara de cordero, sabe que le dolerá, le dolerá mucho....
Esto es justicia, lo demás son mariconadas.
Los trabajadores seguro que no pero ahora los sindicatos sin duda se han lucrado a manos llenas.