Jeon, un guardia de seguridad, y Kim, prisionera en el centro de detención de Onsong ubicado en el extremo norte de Corea del Norte, se conocieron en mayo de 2019. A primera vista no podían haber sido más diferentes, pero ambos estaban profundamente frustrados por sus vidas y se sentían perdidos. Juntos decidieron escapar un par de meses después del régimen norcoreano tomando una ruta que el guardia de seguridad planeó.
Comentarios
Mueven más los senos de una doncella que dos carromatos, proverbio coreano.
Tierra llamando a Hollywood...