Eran las 4.43 horas y la Policía Local lo paró por saltarse un semáforo en rojo en la zona de La Rosaleda. El conductor manifestó entonces encontrarse indispuesto y pidió permiso para apartarse a hacer sus necesidades, sin esperar que la escena sería grabada y difundida por WhatsApp por los agentes, y que hasta sus compañeros de trabajo recibirían el vídeo en el que aparecía defecando. Casi tres años después, el Ayuntamiento de Málaga tendrá que indemnizar al ciudadano con 16.338 euros por los «daños psíquicos y morales» sufridos con la captaci
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