Hace 8 años | Por ele_efe a barcaglioni.blogspot.ie
Publicado hace 8 años por ele_efe a barcaglioni.blogspot.ie

Desde los pequeños desvíos, el corrupto va armando una arquitectura caracterizada por la avidez de la posesión indebida. Y es esta avidez de posesión el elemento troncal de un desvío que, aún adoptando una aparente liviandad inofensiva, conlleva el germen del daño social, la insensibilidad y el abuso.