Nos hallamos ante el mayor escándalo inmobiliario de la historia de España. Sin duda,ante la mayor descapitalización conocida del Estado,tanto por los numerosos bienes culturales de incalculable valor que han dejado de ser dominio público,como por los millonarios ingresos que generan y que tampoco declaran ni tributan. ¿Y qué podemos hacer desde la ciudadanía? En primer lugar, dejar claro que todas estas apropiaciones se realizaron sin aportar título de dominio. Pero fue tan perverso el procedimiento que, una vez inmatriculado el bien ..
Comentarios
"..Creo que debemos buscar una solución global que tenga en cuenta estas tres vías complementarias:
1.- Desde un punto de vista formal, que se impugne la forma de acceso al registro utilizando como precedente las sentencias del TEDH, invocando el denominado “principio de convencionalidad” por el que las normas europeas y su interpretación por sus tribunales deben ser observadas por los nuestros. Tampoco descartaría que se invoquen algunas sentencias del Tribunal Constitucional para que los jueces de instancia declaren nulas las inmatriculaciones por inconstitucionalidad sobrevenida, como ya advertían en sus manuales de Derecho los maestros Albaladejo o Lacruz Berdejo, incuestiobles para cualquier jurista que se precie.
2.- Desde un punto de vista material, creo imprescindible que se legisle el vacío jurídico derivado de la confusión ancestral entre Iglesia-Estado, para delimitar con claridad el concepto de “dominio público eminente” de aquellos bienes culturales de extraordinario valor histórico que siempre nos pertenecieron a todos porque nunca fueron de nadie. De esta manera, bastaría con su reconocimiento legal o administrativo para que no pudiera invocarse por la Iglesia una presunta “usucapión” al tratarse de un bien de dominio público que no puede ser usucapido.
3.- Y, finalmente, no descartaría un acuerdo bilateral entre el Estado español y el Vaticano donde se marcaran con claridadestas fronteras patrimoniales, para equipararnos con la generalidad de los Estados europeos y deshacer esta anomalía que tanto daño nos está haciendo en todos los aspectos. A tal fin, podría ser referente el acuerdo portugués de 1940 donde el Estado Vaticano reconoció, como no podía ser de otra forma, que los declarados “monumentos nacionales” y “de interés público” pertenecen al Estado, sin perjuicio de su posible uso religioso que nunca ni nadie ha cuestionado.
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Urge clarificar conceptos en las relaciones Iglesia-Estado, como borrar la simbiosis social del "nacional-catolicismo", o, como bien dice #1, reafirmar la titularidad pública de los monumentos y otras inmatriculaciones intrínsecamente públicas al no tener titularidad privada. Al pan, pan, y al vino, vino. Hay que pensar que la Iglesia tiene una "tendencia" a arrimarse allí donde hay dinero (y viceversa), y lleva dos mil años de experiencia que gobiernos neófitos deberían tener en cuenta.
#5 totalmente de acuerdo..y no te olv8des del concordato con el Vaticano
Cobrando los impuestos que no pagan.
Ya verías tu lo rápido que cedían al estado todo lo robado.
Cómo recuperar el patrimonio cultural es bien sencillo: exactamente igual a como se ejecutan los desahucios cuando lo reclama la banca. Sentencia judicial o ley, y poli para quien no cumpla.
No hace falta reiventar la rueda.
Muy simple: declarandolas como una privatización ilegal.
Es decir, yo no puedo llegar al poder y ponerme a regalar cosas, porque una cosa es vender por debajo de precio (lo cual es más difícil de perseguir, porque tienes que demostrar que dicho precio está mal), y otra regalar, donde ya no hay discusión que valga.
Contra la inmatriculación desamortización ocho punto cero.
https://es.wikipedia.org/wiki/Desamortizaci%C3%B3n_espa%C3%B1ola
Con fuego!
El fuego purifica..
Y después, buscan el porque la iglesia va perdiendo cada vez más fieles ...