El Instituto Lemkin está harto de las mentiras cínicas y la propaganda de Israel y Estados Unidos. Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la definición de genocidio, pero no se pueden utilizar disputas sobre definiciones para negar el genocidio. Si puede estar ocurriendo un genocidio, cada nación está obligada por el derecho consuetudinario a intentar detenerlo.
Traducido:
El Instituto Lemkin está harto de las mentiras cínicas y la propaganda de Israel y Estados Unidos. Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la definición de genocidio, pero no se pueden utilizar disputas sobre definiciones para negar el genocidio. Si puede estar ocurriendo un genocidio, cada nación está obligada por el derecho consuetudinario a intentar detenerlo.
Seamos claros: Israel está cometiendo genocidio en Gaza. Estados Unidos es cómplice del genocidio. Estas no son declaraciones políticas. Son afirmaciones que se hacen desde el conocimiento y la experiencia. Sin embargo, no se necesita un doctorado, un título en derecho o visión de rayos X para ver las dimensiones genocidas de la matanza de Israel en Gaza. Está claro en el comportamiento del Estado y su ejército, que se puso de manifiesto en el horrendo bombardeo de ayer contra un campamento de Rafah.
Pero incluso si hubiera dudas legítimas sobre el genocidio de Israel, no hay duda de que Israel está cometiendo crímenes atroces del tipo más bárbaro. Hay que detener a Israel. Hay que detener a Israel ahora.
Estamos disgustados con los líderes occidentales, especialmente en Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. Han demostrado no sólo que no les importa en lo más mínimo la prevención del genocidio y los derechos humanos, sino también que están dispuestos a permitir que un aliado cometa crímenes atroces mientras ellos ofrecen apoyo material y diplomático. Es reprensible y las personas involucradas en esta campaña de iluminación con gas deberían sentirse profundamente avergonzadas. También deberían ser juzgados.
La humanidad tiene una opción: o decidimos que todos nuestros hijos pueden morir cada vez que una fuerza superior alegue que hay “terroristas” entre nosotros, o decidimos que bajo ninguna circunstancia permitiremos que estas fuerzas superiores sigan arrasando nuestro mundo.
Cada uno de nosotros debe elegir y actuar en consecuencia. El momento decisivo es ahora.
Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la definición de genocidio, pero no se pueden utilizar disputas sobre definiciones para negar el genocidio.
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Traducido:
El Instituto Lemkin está harto de las mentiras cínicas y la propaganda de Israel y Estados Unidos. Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la definición de genocidio, pero no se pueden utilizar disputas sobre definiciones para negar el genocidio. Si puede estar ocurriendo un genocidio, cada nación está obligada por el derecho consuetudinario a intentar detenerlo.
Seamos claros: Israel está cometiendo genocidio en Gaza. Estados Unidos es cómplice del genocidio. Estas no son declaraciones políticas. Son afirmaciones que se hacen desde el conocimiento y la experiencia. Sin embargo, no se necesita un doctorado, un título en derecho o visión de rayos X para ver las dimensiones genocidas de la matanza de Israel en Gaza. Está claro en el comportamiento del Estado y su ejército, que se puso de manifiesto en el horrendo bombardeo de ayer contra un campamento de Rafah.
Pero incluso si hubiera dudas legítimas sobre el genocidio de Israel, no hay duda de que Israel está cometiendo crímenes atroces del tipo más bárbaro. Hay que detener a Israel. Hay que detener a Israel ahora.
Estamos disgustados con los líderes occidentales, especialmente en Estados Unidos, Alemania y el Reino Unido. Han demostrado no sólo que no les importa en lo más mínimo la prevención del genocidio y los derechos humanos, sino también que están dispuestos a permitir que un aliado cometa crímenes atroces mientras ellos ofrecen apoyo material y diplomático. Es reprensible y las personas involucradas en esta campaña de iluminación con gas deberían sentirse profundamente avergonzadas. También deberían ser juzgados.
La humanidad tiene una opción: o decidimos que todos nuestros hijos pueden morir cada vez que una fuerza superior alegue que hay “terroristas” entre nosotros, o decidimos que bajo ninguna circunstancia permitiremos que estas fuerzas superiores sigan arrasando nuestro mundo.
Cada uno de nosotros debe elegir y actuar en consecuencia. El momento decisivo es ahora.
#1 Por si acaso:
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Raphael_Lemkin
#2 Van a retorcer el término hasta dejarlo irreconocible.
Se pueden tener diferentes puntos de vista sobre la definición de genocidio, pero no se pueden utilizar disputas sobre definiciones para negar el genocidio.
Esto es una contradicción.