Los agentes comenzaron la investigación el pasado 18 de febrero después de la publicación de unos vídeos en redes sociales en la que un grupo de motoristas mostraban las imágenes del estado de una perra localizada en un barranco la citada zona, estando la misma atada y abandonada en unas condiciones calamitosas y que fue trasladada al Hospital Clínico Veterinario de Las Palmas de Gran Canaria.
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