La última vez que la idea de que no hay pobres se me ha instalado en la cabeza ha sido mirando pisos de alquiler. En Madrid, hay tantos ricos que no caben todos en el centro y ya Carabanchel y Usera están llenándose de gente próspera, gente que puede pagar más de 1.000 euros por una casa.
|
etiquetas: pobres , izquierda , veganos , pijos , gentrificación