Después de los latigazos, Jan emitía pequeños aullidos cada vez que la camiseta le rozaba la espalda. La piel le escocía y el lamento, más tenue, se reproducía una y otra vez entre las paredes como una metáfora de sí mismo: la condena de la repetición. Cuando uno está sometido a vejaciones diarias, las horas caminan despacio como un anciano sin prisa. La nocturnidad tampoco avanza porque el filo del insomnio le corta el cuello a la noche.
Comentarios
#9 #7 #10 Preguntadle a@Perendula, que el entiende de clones.
#12 Él es la génesis de este cachondeo
#12
#0 ¿Tienes algo sobre la tortura china?
#1 No puedo enviar más, he llegado al límite
#2 Vaya, qué pena, ahora que estabas ilustrando las pendientes con ejecuciones y torturas, con lo que nos gusta todo eso.
#3 Tengo una muy buena, pero será mañana
#4 ¿El despellejamiento, el hervidero, las ratas que se introducen en el ano? Diox, no se si podré esperar.
#5 Peor, te introducen una ardilla muerta por el recto ... y@sacreew entra a buscarla.
#4 hazte unos clones y así podrás enviar todo lo que tú quieras, infórmate de como en plaza podemos que ahí son expertos en el tema.
#7 No me he hecho clones nunca. No me divierte mantener la atención en dos cuentas, prefiero divertirme con una
#9 ¿No tienes clones? Vaya, otro sin cortinas en la cocina...
@ojetelimon@sacreew
#10 No sé, no me parece necesario. Estoy aquí para divertirme, y con una cuenta ya lo consigo
¿Algo peor que escuchar a Melendi?