Si el secuaz de la CIA, Guaidó, se hicieran con el poder, sería el 68 gobierno soberano en la lista de los derrocados por EEUU. A ello seguramente seguiría la venta de los recursos y la riqueza mineral del país, junto con el robo del petróleo, como dejó claro John Bolton. Con un gobierno controlado por Washington en Caracas, la pobreza alcanzaría proporciones históricas.
#1:
Traducción:
El prestigioso periodista y documentalista australiano, John Pilger, visitó Venezuela durante el mandato de Hugo Chávez y se entrevistó personalmente con él. Ha publicado recientemente un artículo en el que analiza la actual ofensiva de EEUU y sus medios lacayos de lengua inglesa, que él conoce bien, contra el actual gobierno de Venezuela. Reproducimos a continuación un extracto del artículo.
Las políticas de identidad hacen furor en las páginas de los periódicos liberales de Occidente. Sin embargo, raza y clase son dos palabras que casi nunca aparecen en las mendaces “coberturas” del último y más descarado intento de Washington de hacerse con la mayor reserva de petróleo del mundo y volver a restaurar su “patio trasero”.
Con todos los defectos de los chavistas - como permitir que la economía venezolana se mantenga rehén del petróleo y no haber desafiado seriamente al gran capital y la corrupción -, estos trajeron justicia y orgullo a millones de personas y lo hicieron con una democracia sin precedentes. El ex-presidente de los EEUU, Jimmy Carter, cuyo centro (Carter Centre) es respetado por su labor de seguimiento de elecciones, declaró que “de las 92 elecciones que hemos observado en todo el mundo, yo diría que el proceso electoral venezolano es el mejor”. Por contraste, dijo Carter, el sistema electoral de EEUU, con su afán de inyectar dinero a las campañas, “es uno de los peores”.
En una habitación de un solo fluorescente, conocí a Ana Lucía Fernández, de 86 años, y Mavis Méndez, de 95, acompañada de una mujer de 33 años, Sonia Álvarez, y sus dos niños. En el pasado, ninguno de ellos sabía leer y escribir; ahora estudiaban matemáticas. Por primera vez en su historia, Venezuela tiene casi el cien por cien de personas alfabetizadas. Esta ha sido labor de la Misión Robinson, que fue diseñada por adultos y jóvenes a los que previamente se les había negado una educación porque eran pobres. Por otro lado, la Misión Ribas da a cualquiera la oportunidad de cursar educación secundaria (Robinson y Ribas son los nombres de dos héroes de la Independencia venezolana).
A sus 95 años, Mavis Méndez ha visto pasar por delante toda una cabalgata de gobiernos, la mayoría vasallos de Washington, robando millones de dólares del botín del petróleo, que volaba en su mayor parte hacia Miami. “No importábamos como seres humanos”, me dijo.
“Vivíamos y moríamos sin educación real y no podíamos costear agua corriente ni comida suficiente. Cuando caíamos enfermos, los más débiles morían. Ahora sé leer y escribir mi nombre y mucho más; y digan lo que digan los ricos y los medios, hemos plantado las semillas de la verdadera democracia y tengo el gozo de estar viéndolo”.
En 2002, durante el intento de golpe de estado dirigido por Washington, los hijos, hijas y nietos de Mavis se unieron a los cientos de miles que bajaron de los barrios de las colinas y exigieron al ejército permanecer leal a Chávez.
Nicolás Maduro, no es Chávez, ciertamente. El resbalón del precio del petróleo en una sociedad que importa casi todos los alimentos ha sido manejado con una ineptitud que ha causado desesperación a muchos chavistas. Con todo, Maduro ganó las presidenciales de 2018 en unas elecciones que la oposición, primero, le exigió que convocara, para después boicotearla, táctica que intentaron también contra Chávez. Pero el boicot falló: votaron 9.389,056 de venezolanos, participaron 16 partidos y 6 candidatos se postularon para la presidencia. Maduro ganó con 6.248,864 votos, o el 67,84 por ciento. El día de los comicios hablé con uno de los 150 observadores. “Fueron unas elecciones totalmente limpias”, me dijo.
La administración Trump ha presentado a Juan Guaidó, figura creada ad hoc por el National Endowment for Democracy, órgano de la CIA, como “legítimo presidente de Venezuela”. Maduro es “ilegítimo”, dice Trump (que ganó las presidenciales con tres millones de votos menos que su oponente), un “dictador”, dice el trastornado vicepresidente, Mike Pence. Como “enviado especial a Venezuela”, Trump ha nombrado al delincuente convicto Elliot Abrams, cuyas intrigas al servicio de los presidentes Reagan y George W. Bush produjeron el escándalo Irán-Contra en la década de los 80 y sumió a América Central en años de miseria bañada en sangre.
Y, sin embargo, sus mentiras sobre Venezuela las han creído quienes son pagados para ello, no menos los que tienen reputación de progresistas. En el Canal 4 británico, Jon Snow bramaba al diputado laborista Chris Williamson: “Mira, tú y el señor Corbyn estáis en una posición muy desagradable [sobre Venezuela]”. Cuando Williamson intentó explicar por qué estaba mal amenazar la soberanía de un país, Snow le cortó. En 2006, las noticias del Canal 4 difundieron que Chávez conspiraba para fabricar armas nucleares con Irán: una fantasía. El entonces corresponsal en Washington, Jonathan Rugman, permitió a un criminal de guerra, Donald Rumsfeld, comparar a Chávez con Hitler, sin que ello motivara reacción del periodista.
Un estudio de la West of England University demostró que de 304 noticias dadas por la BBC sobre Venezuela, sólo tres abordaban aspectos positivos. Para la BBC, la democracia venezolana, los programas de alimentos, salud, educación y reducción de la pobreza no existen. La mayor campaña de alfabetización del mundo no existe, ni existen los cientos de miles que han salido en apoyo de Maduro y en recuerdo de Chávez. Cuando se preguntó a la reportera de la BBC, Orla Guerin, que por qué filmaba sólo la manifestación de la oposición, esta contestó en un twitt que era “muy difícil” estar en dos manifestaciones a la vez en un solo día.
Se ha declarado una guerra contra Venezuela, cuya verdad es “muy difícil” de informar. Es muy difícil informar del colapso de los precios del petróleo desde 2014 como resultado en gran medida de las maquinaciones criminales de Wall Street. Es muy difícil informar que bloquear el acceso de Venezuela al sistema financiero internacional dominado por EEUU es un sabotaje. Es muy difícil informar que las “sanciones” de Washington contra Venezuela, que han causado cuantiosas pérdidas al país, son ilegales, o que la negativa del Banco de Inglaterra a devolver a Venezuela sus reservas de oro es un acto de piratería.
El corresponsal de The Guardian, Tom Phillips, mandó por twitter una foto suya con una gorra que decía en español el equivalente a: “Hagamos Venezuela fabulosa de nuevo, joder”. La última fase de la degeneración del periodismo puede perfectamente ser esta del periodista como payaso.
Si el secuaz de la CIA, Guaidó y sus supremacistas blancos, se hicieran con el poder, sería el 68 gobierno soberano en la lista de los derrocados por EEUU. A ello seguramente seguiría la venta de los recursos y la riqueza mineral del país, junto con el robo del petróleo, como dejó claro John Bolton. Con un gobierno controlado por Washington en Caracas, la pobreza alcanzaría proporciones históricas. Mavis Méndez, y millones como ella, no tendrían acceso a la educación ni la sanidad ¿Cómo de fabuloso es eso, Tom Phillips?
#6:
#3 Sí, hay que democratizarles con ayuda de los "yankis", como en Irak o Afganistán, que sacaron a los tiranos y creo que aquello ahora es un paraíso...
#9:
"La guerra que Vd no ve"
Documental imprescindible, de éste hombre, John Pilger.
Traducción:
El prestigioso periodista y documentalista australiano, John Pilger, visitó Venezuela durante el mandato de Hugo Chávez y se entrevistó personalmente con él. Ha publicado recientemente un artículo en el que analiza la actual ofensiva de EEUU y sus medios lacayos de lengua inglesa, que él conoce bien, contra el actual gobierno de Venezuela. Reproducimos a continuación un extracto del artículo.
Las políticas de identidad hacen furor en las páginas de los periódicos liberales de Occidente. Sin embargo, raza y clase son dos palabras que casi nunca aparecen en las mendaces “coberturas” del último y más descarado intento de Washington de hacerse con la mayor reserva de petróleo del mundo y volver a restaurar su “patio trasero”.
Con todos los defectos de los chavistas - como permitir que la economía venezolana se mantenga rehén del petróleo y no haber desafiado seriamente al gran capital y la corrupción -, estos trajeron justicia y orgullo a millones de personas y lo hicieron con una democracia sin precedentes. El ex-presidente de los EEUU, Jimmy Carter, cuyo centro (Carter Centre) es respetado por su labor de seguimiento de elecciones, declaró que “de las 92 elecciones que hemos observado en todo el mundo, yo diría que el proceso electoral venezolano es el mejor”. Por contraste, dijo Carter, el sistema electoral de EEUU, con su afán de inyectar dinero a las campañas, “es uno de los peores”.
En una habitación de un solo fluorescente, conocí a Ana Lucía Fernández, de 86 años, y Mavis Méndez, de 95, acompañada de una mujer de 33 años, Sonia Álvarez, y sus dos niños. En el pasado, ninguno de ellos sabía leer y escribir; ahora estudiaban matemáticas. Por primera vez en su historia, Venezuela tiene casi el cien por cien de personas alfabetizadas. Esta ha sido labor de la Misión Robinson, que fue diseñada por adultos y jóvenes a los que previamente se les había negado una educación porque eran pobres. Por otro lado, la Misión Ribas da a cualquiera la oportunidad de cursar educación secundaria (Robinson y Ribas son los nombres de dos héroes de la Independencia venezolana).
A sus 95 años, Mavis Méndez ha visto pasar por delante toda una cabalgata de gobiernos, la mayoría vasallos de Washington, robando millones de dólares del botín del petróleo, que volaba en su mayor parte hacia Miami. “No importábamos como seres humanos”, me dijo.
“Vivíamos y moríamos sin educación real y no podíamos costear agua corriente ni comida suficiente. Cuando caíamos enfermos, los más débiles morían. Ahora sé leer y escribir mi nombre y mucho más; y digan lo que digan los ricos y los medios, hemos plantado las semillas de la verdadera democracia y tengo el gozo de estar viéndolo”.
En 2002, durante el intento de golpe de estado dirigido por Washington, los hijos, hijas y nietos de Mavis se unieron a los cientos de miles que bajaron de los barrios de las colinas y exigieron al ejército permanecer leal a Chávez.
Nicolás Maduro, no es Chávez, ciertamente. El resbalón del precio del petróleo en una sociedad que importa casi todos los alimentos ha sido manejado con una ineptitud que ha causado desesperación a muchos chavistas. Con todo, Maduro ganó las presidenciales de 2018 en unas elecciones que la oposición, primero, le exigió que convocara, para después boicotearla, táctica que intentaron también contra Chávez. Pero el boicot falló: votaron 9.389,056 de venezolanos, participaron 16 partidos y 6 candidatos se postularon para la presidencia. Maduro ganó con 6.248,864 votos, o el 67,84 por ciento. El día de los comicios hablé con uno de los 150 observadores. “Fueron unas elecciones totalmente limpias”, me dijo.
La administración Trump ha presentado a Juan Guaidó, figura creada ad hoc por el National Endowment for Democracy, órgano de la CIA, como “legítimo presidente de Venezuela”. Maduro es “ilegítimo”, dice Trump (que ganó las presidenciales con tres millones de votos menos que su oponente), un “dictador”, dice el trastornado vicepresidente, Mike Pence. Como “enviado especial a Venezuela”, Trump ha nombrado al delincuente convicto Elliot Abrams, cuyas intrigas al servicio de los presidentes Reagan y George W. Bush produjeron el escándalo Irán-Contra en la década de los 80 y sumió a América Central en años de miseria bañada en sangre.
Y, sin embargo, sus mentiras sobre Venezuela las han creído quienes son pagados para ello, no menos los que tienen reputación de progresistas. En el Canal 4 británico, Jon Snow bramaba al diputado laborista Chris Williamson: “Mira, tú y el señor Corbyn estáis en una posición muy desagradable [sobre Venezuela]”. Cuando Williamson intentó explicar por qué estaba mal amenazar la soberanía de un país, Snow le cortó. En 2006, las noticias del Canal 4 difundieron que Chávez conspiraba para fabricar armas nucleares con Irán: una fantasía. El entonces corresponsal en Washington, Jonathan Rugman, permitió a un criminal de guerra, Donald Rumsfeld, comparar a Chávez con Hitler, sin que ello motivara reacción del periodista.
Un estudio de la West of England University demostró que de 304 noticias dadas por la BBC sobre Venezuela, sólo tres abordaban aspectos positivos. Para la BBC, la democracia venezolana, los programas de alimentos, salud, educación y reducción de la pobreza no existen. La mayor campaña de alfabetización del mundo no existe, ni existen los cientos de miles que han salido en apoyo de Maduro y en recuerdo de Chávez. Cuando se preguntó a la reportera de la BBC, Orla Guerin, que por qué filmaba sólo la manifestación de la oposición, esta contestó en un twitt que era “muy difícil” estar en dos manifestaciones a la vez en un solo día.
Se ha declarado una guerra contra Venezuela, cuya verdad es “muy difícil” de informar. Es muy difícil informar del colapso de los precios del petróleo desde 2014 como resultado en gran medida de las maquinaciones criminales de Wall Street. Es muy difícil informar que bloquear el acceso de Venezuela al sistema financiero internacional dominado por EEUU es un sabotaje. Es muy difícil informar que las “sanciones” de Washington contra Venezuela, que han causado cuantiosas pérdidas al país, son ilegales, o que la negativa del Banco de Inglaterra a devolver a Venezuela sus reservas de oro es un acto de piratería.
El corresponsal de The Guardian, Tom Phillips, mandó por twitter una foto suya con una gorra que decía en español el equivalente a: “Hagamos Venezuela fabulosa de nuevo, joder”. La última fase de la degeneración del periodismo puede perfectamente ser esta del periodista como payaso.
Si el secuaz de la CIA, Guaidó y sus supremacistas blancos, se hicieran con el poder, sería el 68 gobierno soberano en la lista de los derrocados por EEUU. A ello seguramente seguiría la venta de los recursos y la riqueza mineral del país, junto con el robo del petróleo, como dejó claro John Bolton. Con un gobierno controlado por Washington en Caracas, la pobreza alcanzaría proporciones históricas. Mavis Méndez, y millones como ella, no tendrían acceso a la educación ni la sanidad ¿Cómo de fabuloso es eso, Tom Phillips?
Lo que hay que hacer es esperar a las proximas elecciones presidenciales, las ultimas fueron en 2013 asi que ahora en 2023 tocaran las siguientes. Si no sale Maduro, pues se anulan y se hace otras en las que solo se presente el como se hizo para el legislativo. Y si no, pues para 2033 , todo antes de que el yanki se meta en venezuela a hacerles votar.
#3 Sí, hay que democratizarles con ayuda de los "yankis", como en Irak o Afganistán, que sacaron a los tiranos y creo que aquello ahora es un paraíso...
Vamos a suponer en un ejercicio de imaginación que EEUU controlase Venezuela a traves de Guaido o con algun otro títere.
¿Qué haria en lo que respecta a la venta de petroleo?
¿Aumentaria la producción y las exportaciones?
¿Disminuiria la producción y las exportaciones?
¿Qué precio le interesa a EEUU que tenga el petroleo?
¿Qué precio le interesaria si controlase Venezuela?
#13 No te distraigas con la Guayana. Colombia y Venezuela eran un solo país, y en parte, de ahí la enorme solidaridad con la emigración, por no hablar de lo bien que se llevan con los yanquis y las bases militares.
En todo caso, Trump está demostrando que regresa a la tradicional postura yanqui de hace 100 años, el aislacionismo. Se está ganando el nobel de la paz a pulso. La invasión es tan real como la guerra con Corea del Norte. No obstante, el aislacionismo iba acompañado de "America para los americanos".
#16 ¿America, para los americanos?
¿Qué americamos?¿ los que Trump quiere dividir con un muro en medio de america del norte?
¿Americanos del norte, del centro o del sur?
#17 Una pena que no esté en español, la "doctrina Monroe", de 1823
The Monroe Doctrine was a United States policy of opposing European colonialism in the Americas beginning in 1823. It stated that further efforts by European nations to take control of any independent state in North or South America would be viewed as "the manifestation of an unfriendly disposition toward the United States." At the same time, the doctrine noted that the U.S. would recognize and not interfere with existing European colonies nor meddle in the internal concerns of European countries.
#23 A Argentina la atacaron con el corralito (2001). Nacionalizó YPF (2012). Y ahora han sufrido 2 rescates del FMI a cambio de que haga lo que le digan los del FMI.
No tenemos cómo han evolucionado ultimamente los indices de desarrollo humano en Argentina.
"Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo."
Me temo que el abaratamiento de la aviación o el transporte marítimo la ha dejado mas desfasada que el reloj de pulsera.
Comentarios
Traducción:
El prestigioso periodista y documentalista australiano, John Pilger, visitó Venezuela durante el mandato de Hugo Chávez y se entrevistó personalmente con él. Ha publicado recientemente un artículo en el que analiza la actual ofensiva de EEUU y sus medios lacayos de lengua inglesa, que él conoce bien, contra el actual gobierno de Venezuela. Reproducimos a continuación un extracto del artículo.
Las políticas de identidad hacen furor en las páginas de los periódicos liberales de Occidente. Sin embargo, raza y clase son dos palabras que casi nunca aparecen en las mendaces “coberturas” del último y más descarado intento de Washington de hacerse con la mayor reserva de petróleo del mundo y volver a restaurar su “patio trasero”.
Con todos los defectos de los chavistas - como permitir que la economía venezolana se mantenga rehén del petróleo y no haber desafiado seriamente al gran capital y la corrupción -, estos trajeron justicia y orgullo a millones de personas y lo hicieron con una democracia sin precedentes. El ex-presidente de los EEUU, Jimmy Carter, cuyo centro (Carter Centre) es respetado por su labor de seguimiento de elecciones, declaró que “de las 92 elecciones que hemos observado en todo el mundo, yo diría que el proceso electoral venezolano es el mejor”. Por contraste, dijo Carter, el sistema electoral de EEUU, con su afán de inyectar dinero a las campañas, “es uno de los peores”.
En una habitación de un solo fluorescente, conocí a Ana Lucía Fernández, de 86 años, y Mavis Méndez, de 95, acompañada de una mujer de 33 años, Sonia Álvarez, y sus dos niños. En el pasado, ninguno de ellos sabía leer y escribir; ahora estudiaban matemáticas. Por primera vez en su historia, Venezuela tiene casi el cien por cien de personas alfabetizadas. Esta ha sido labor de la Misión Robinson, que fue diseñada por adultos y jóvenes a los que previamente se les había negado una educación porque eran pobres. Por otro lado, la Misión Ribas da a cualquiera la oportunidad de cursar educación secundaria (Robinson y Ribas son los nombres de dos héroes de la Independencia venezolana).
A sus 95 años, Mavis Méndez ha visto pasar por delante toda una cabalgata de gobiernos, la mayoría vasallos de Washington, robando millones de dólares del botín del petróleo, que volaba en su mayor parte hacia Miami. “No importábamos como seres humanos”, me dijo.
“Vivíamos y moríamos sin educación real y no podíamos costear agua corriente ni comida suficiente. Cuando caíamos enfermos, los más débiles morían. Ahora sé leer y escribir mi nombre y mucho más; y digan lo que digan los ricos y los medios, hemos plantado las semillas de la verdadera democracia y tengo el gozo de estar viéndolo”.
En 2002, durante el intento de golpe de estado dirigido por Washington, los hijos, hijas y nietos de Mavis se unieron a los cientos de miles que bajaron de los barrios de las colinas y exigieron al ejército permanecer leal a Chávez.
Nicolás Maduro, no es Chávez, ciertamente. El resbalón del precio del petróleo en una sociedad que importa casi todos los alimentos ha sido manejado con una ineptitud que ha causado desesperación a muchos chavistas. Con todo, Maduro ganó las presidenciales de 2018 en unas elecciones que la oposición, primero, le exigió que convocara, para después boicotearla, táctica que intentaron también contra Chávez. Pero el boicot falló: votaron 9.389,056 de venezolanos, participaron 16 partidos y 6 candidatos se postularon para la presidencia. Maduro ganó con 6.248,864 votos, o el 67,84 por ciento. El día de los comicios hablé con uno de los 150 observadores. “Fueron unas elecciones totalmente limpias”, me dijo.
La administración Trump ha presentado a Juan Guaidó, figura creada ad hoc por el National Endowment for Democracy, órgano de la CIA, como “legítimo presidente de Venezuela”. Maduro es “ilegítimo”, dice Trump (que ganó las presidenciales con tres millones de votos menos que su oponente), un “dictador”, dice el trastornado vicepresidente, Mike Pence. Como “enviado especial a Venezuela”, Trump ha nombrado al delincuente convicto Elliot Abrams, cuyas intrigas al servicio de los presidentes Reagan y George W. Bush produjeron el escándalo Irán-Contra en la década de los 80 y sumió a América Central en años de miseria bañada en sangre.
Y, sin embargo, sus mentiras sobre Venezuela las han creído quienes son pagados para ello, no menos los que tienen reputación de progresistas. En el Canal 4 británico, Jon Snow bramaba al diputado laborista Chris Williamson: “Mira, tú y el señor Corbyn estáis en una posición muy desagradable [sobre Venezuela]”. Cuando Williamson intentó explicar por qué estaba mal amenazar la soberanía de un país, Snow le cortó. En 2006, las noticias del Canal 4 difundieron que Chávez conspiraba para fabricar armas nucleares con Irán: una fantasía. El entonces corresponsal en Washington, Jonathan Rugman, permitió a un criminal de guerra, Donald Rumsfeld, comparar a Chávez con Hitler, sin que ello motivara reacción del periodista.
Un estudio de la West of England University demostró que de 304 noticias dadas por la BBC sobre Venezuela, sólo tres abordaban aspectos positivos. Para la BBC, la democracia venezolana, los programas de alimentos, salud, educación y reducción de la pobreza no existen. La mayor campaña de alfabetización del mundo no existe, ni existen los cientos de miles que han salido en apoyo de Maduro y en recuerdo de Chávez. Cuando se preguntó a la reportera de la BBC, Orla Guerin, que por qué filmaba sólo la manifestación de la oposición, esta contestó en un twitt que era “muy difícil” estar en dos manifestaciones a la vez en un solo día.
Se ha declarado una guerra contra Venezuela, cuya verdad es “muy difícil” de informar. Es muy difícil informar del colapso de los precios del petróleo desde 2014 como resultado en gran medida de las maquinaciones criminales de Wall Street. Es muy difícil informar que bloquear el acceso de Venezuela al sistema financiero internacional dominado por EEUU es un sabotaje. Es muy difícil informar que las “sanciones” de Washington contra Venezuela, que han causado cuantiosas pérdidas al país, son ilegales, o que la negativa del Banco de Inglaterra a devolver a Venezuela sus reservas de oro es un acto de piratería.
El corresponsal de The Guardian, Tom Phillips, mandó por twitter una foto suya con una gorra que decía en español el equivalente a: “Hagamos Venezuela fabulosa de nuevo, joder”. La última fase de la degeneración del periodismo puede perfectamente ser esta del periodista como payaso.
Si el secuaz de la CIA, Guaidó y sus supremacistas blancos, se hicieran con el poder, sería el 68 gobierno soberano en la lista de los derrocados por EEUU. A ello seguramente seguiría la venta de los recursos y la riqueza mineral del país, junto con el robo del petróleo, como dejó claro John Bolton. Con un gobierno controlado por Washington en Caracas, la pobreza alcanzaría proporciones históricas. Mavis Méndez, y millones como ella, no tendrían acceso a la educación ni la sanidad ¿Cómo de fabuloso es eso, Tom Phillips?
"La guerra que Vd no ve"
Documental imprescindible, de éste hombre, John Pilger.
Lo que hay que hacer es esperar a las proximas elecciones presidenciales, las ultimas fueron en 2013 asi que ahora en 2023 tocaran las siguientes. Si no sale Maduro, pues se anulan y se hace otras en las que solo se presente el como se hizo para el legislativo. Y si no, pues para 2033 , todo antes de que el yanki se meta en venezuela a hacerles votar.
#3 Sí, hay que democratizarles con ayuda de los "yankis", como en Irak o Afganistán, que sacaron a los tiranos y creo que aquello ahora es un paraíso...
Pero al menos dejaría de salir radicalmente Venezuela en los medios y nadie sabría nada... de nada...
Eso ya lo decían en Call of Duty:
"Toda guerra se basa en la mentira"
#4 Traducción libre de un libro de los chinos:
"El arte de la guerra se basa en el engaño"
Y entonces ya no se nombrará a Venezuela ni para citar a Podemos. Desaparecerá de todos los medios de comunicación, como ha pasado con Libia.
Vamos a suponer en un ejercicio de imaginación que EEUU controlase Venezuela a traves de Guaido o con algun otro títere.
¿Qué haria en lo que respecta a la venta de petroleo?
¿Aumentaria la producción y las exportaciones?
¿Disminuiria la producción y las exportaciones?
¿Qué precio le interesa a EEUU que tenga el petroleo?
¿Qué precio le interesaria si controlase Venezuela?
#7 Qué obsesión tienes con el zumo de dinosaurio. Ya le gustaría a Maduro que estuviera otra vez a 160USD/barril.
Venezuela, una mierda antes, durante y después de la revolución bolivariana.
¿Yuyu o muerte?
#11 El precio del zumo de dinosaurio para pagar la deuda y algun otro consejo es lo que llevó a Sadam a invadir Kuwait.
Venezuela tiene a Guyana cerca. Antes de la Guaidonada hubo un incidente por conflicto con area maritima en conflicto entre Venezuela y Guyana.
#13 No te distraigas con la Guayana. Colombia y Venezuela eran un solo país, y en parte, de ahí la enorme solidaridad con la emigración, por no hablar de lo bien que se llevan con los yanquis y las bases militares.
En todo caso, Trump está demostrando que regresa a la tradicional postura yanqui de hace 100 años, el aislacionismo. Se está ganando el nobel de la paz a pulso. La invasión es tan real como la guerra con Corea del Norte. No obstante, el aislacionismo iba acompañado de "America para los americanos".
#16 ¿America, para los americanos?
¿Qué americamos?¿ los que Trump quiere dividir con un muro en medio de america del norte?
¿Americanos del norte, del centro o del sur?
#17 Una pena que no esté en español, la "doctrina Monroe", de 1823
The Monroe Doctrine was a United States policy of opposing European colonialism in the Americas beginning in 1823. It stated that further efforts by European nations to take control of any independent state in North or South America would be viewed as "the manifestation of an unfriendly disposition toward the United States." At the same time, the doctrine noted that the U.S. would recognize and not interfere with existing European colonies nor meddle in the internal concerns of European countries.
https://en.wikipedia.org/wiki/Monroe_Doctrine
#18
La doctrina monroe está al nivel de la doctrina del lebensraum, espacio vital, y la teoria del heartland
#19 Es la base de la no intervención, el aislacionismo sobre asuntos europeos, y el lebensraum la que provoco la 2ª GM...
¿Al mismo nivel? ¿Junto con los 14 puntos de Wodrow Wilson?
No fuerces tanto la perspectiva empeñado en aplicarlo a esa mierda que siempre ha sido y siempre será Venezuela.
#20 ¡Qué insistencia con buscar a alguien que provocar con la frase de la mierda!
http://www.rtve.es/alacarta/videos/version-espanola/version-espanola-libertador-coloquio/5012219/
#22 Confundes la resignación a que no hay alternativas con provocación.
¿Yuyu o muerte? ¿Nosotros o el caos?
Fíjate en Argentina, que con Macri la tónica sigue siendo la misma.
#23 A Argentina la atacaron con el corralito (2001). Nacionalizó YPF (2012). Y ahora han sufrido 2 rescates del FMI a cambio de que haga lo que le digan los del FMI.
No tenemos cómo han evolucionado ultimamente los indices de desarrollo humano en Argentina.
#24 Cierto, Menem es un arma de destrucción masiva, y los Kichner el acabose.
#19 +1 No conocía la teoría del Heartland:
"Quien gobierne en Europa del Este dominará el Heartland; quien gobierne el Heartland dominará la Isla-Mundial; quien gobierne la Isla-Mundial controlará el mundo."
Me temo que el abaratamiento de la aviación o el transporte marítimo la ha dejado mas desfasada que el reloj de pulsera.
Jamás lo hubiera dicho.
Cuales son los 50 paises que apoyan en parte al gobierno de Maduro en la ONU, o al menos no están con EEUU
¿?
China
Rusia
Turquia
Iran
Corea del Norte
...
¿Cual es el listado completo de paises?
Es acojonante la de mierda que hay que oir en los medios de comunicación supuestamente periodisticos.
Cada vez se descubren mas la mierda que son todos y sus intenciones.
Eurasia nunca estuvo en guerra con Oceanía.